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Washington.— Diana Rojas nació en Estados Unidos, pero se definió como “méxico-americana” y canta ¡Viva México! con tal emoción, que al oír su voz se eriza la piel.
Son las 6:00 horas en la capital estadounidense, en una mañana calurosa y, junto a otros mexicanos de Puebla, Guerrero, Oaxaca y la Ciudad de México, Rojas madrugó para llevar una serenata al presidente López Obrador.
Entre arengas como “¡Es un honor estar con Obrador!”, “¡No estás solo!” y carteles con el mensaje “We support AMLO” o “AMLO is doing a great job”, banderas de México y Estados Unidos, y una botarga con su imagen, el Mandatario salió del hotel en medio de un fuerte dispositivo de seguridad del Servicio Secreto.
Desayunó con la vicepresidenta Kamala Harris, acompañado por el embajador en México, Ken Salazar, el canciller Marcelo Ebrard y los titulares de Economía, Agricultura y Migración. Destacó su alegría por el encuentro con Harris: “Nuestra amiga, pero además una mujer inteligente, honesta y partidaria de la igualdad, de modo que felicito al pueblo estadounidense porque cuentan con una vicepresidenta de primer orden”.
Luego, hizo un ajuste de tiempo para encontrarse con su cónyuge y trasladarse a la Casa Blanca, donde los esperaban Joe Biden y su esposa Jill.
Los mandatarios y sus esposas se tomaron una foto oficial en el Despacho Oval; posteriormente López Obrador y Gutiérrez Müller firmaron el libro de visitas de la Casa Blanca. En el Despacho Oval, el Presidente lució más relajado que en su primer encuentro con Biden el 18 de noviembre de 2021. López Obrador se trasladó a los memoriales del presidente Franklin D. Roosevelt y de Martin Luther King.
En este último, acompañado por el hijo y nieta del defensor de los derechos civiles, López Obrador improvisó un mitin a 32 grados con el sol cayendo a plomo. Pero antes del discurso, muchos connacionales entraron al juego de la carrera presidencial y saludaron a Ebrard y Tatiana Clouthier, secretaria de Economía.
“Los amamos, sólo falta Claudia [Sheinbaum]”, dijo un migrante en medio de la multitud. Otro le reviró que, si bien Ebrard realiza un buen trabajo en el gabinete, “va Claudia”. Incluso en el parque Lafayette, frente a la Casa Blanca simpatizantes de Morena en EU desplegaron una manta con el mensaje “#EsClaudia”.
Así, con música de mariachi, entre porras de migrantes desbordados ante el presidente López Obrador y con manifestaciones de preferencias electorales, se llevó a cabo el segundo encuentro entre los presidentes Andrés Manuel López Obrador y Joe Biden.
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