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La distribución de la cartilla moral por parte de las iglesias evangélicas vulnera el Estado laico, al permitir la intervención de estas organizaciones en la vida pública, advirtieron especialistas.

José Antonio Crespo Mendoza, investigador de El Colegio de México, consideró que aunque la cartilla moral no tiene contenido religioso, el hecho de que sea repartida por las iglesias evangélicas vulnera el Estado laico, porque hace “más borrosa” la división entre el gobierno y la religión.

“Se debe separar a las iglesias de la acción pública. Con la distribución de esta cartilla se le está dando entrada a las iglesias para que cada vez más participen en los asuntos públicos y que impulsen su agenda, cuando en los últimos años se ha luchado por tener una sociedad mucho más plural en temas como el matrimonio igualitario”, apuntó.

EL UNIVERSAL publicó que la próxima semana iniciará la distribución de la Cartilla Moral, la cual será realizada por la Confraternidad Nacional de Iglesias Cristianas Evangélicas (Confraternice) en los 7 mil templos de este credo, además de que será llevada de casa en casa y también difundida en eventos multitudinarios.

Bernardo Barranco, analista de temas religiosos, consideró que el presidente Andrés Manuel López Obrador cae en contradicciones, puesto que por un lado retoma a Benito Juárez como el mejor presidente y, por otro, involucra a las iglesias, en especial a las evangélicas, en el espacio público.

“Gran parte de las iglesias que se están abriendo paso en la esfera pública, sobre todo las evangélicas y sectores importantes del catolicismo, son de carácter muy conservador; estamos ante un universo muy complejo que creíamos haber ganado en el debate, se le puede abrir la puerta a conflictos culturales importantes que afecten la estabilidad social del país”, advirtió.

Para Jorge Traslosheros, investigador del Instituto de Investigaciones Históricas de la UNAM, el problema no radica en que el presidente Andrés Manuel López Obrador promueva la Cartilla Moral, sino la “alianza” con grupos religiosos para la distribución del material.

“Todos los gobiernos, mediante las políticas públicas, promueven una moral, todo lo humano es moral, el problema es que no utilice los canales propios de un gobierno para llevar adelante sus propuestas; el problema es aliarse con grupos religiosos, es una falta de respeto al Estado laico”, apuntó.

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