Nación

Visitan comercios, playas y bares tras bajar de crucero

“En embarcación no hubo pánico; nos trataron muy bien”, comentan turistas

Los 6 mil pasajeros y tripulantes que viajaban en el crucero Meraviglia descendieron de la embarcación la noche del jueves. FOTO: ADRIANA VARILLAS. EL UNIVERSAL
29/02/2020 |04:46Adriana Varillas / corresponsal |
Redacción El Universal
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Cozumel, Q.R. —La zona arqueológica de San Gervasio, las playas de Palancar, centros comerciales, restaurantes y bares de la zona centro de Cozumel fueron algunos de los sitios que visitaron los pasajeros del crucero Meraviglia.

Una vez obtenidos los permisos de las autoridades mexicanas y un certificado de sanidad, la noche del jueves los 6 mil pasajeros y tripulantes pudieron descender del barco.

En entrevista, los turistas se mostraron emocionados de pisar tierra. “Vamos a echar un poco de sol”, decía contenta Carmen Gloria, quien pensaba cruzar hacia Playa del Carmen con su esposo, Miguel Ángel, y sus hijos.

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Algunos de los cruceristas narraron que tuvieron que cancelar los tours que contrataron por la incertidumbre de si les permitirían desembarcar o les negarían la posibilidad de desembarque, como pasó en Jamaica y Gran Caimán.

Miguel Ángel y Carmen Gloria abordaron el Meraviglia desde Miami, Florida, “pero tuvimos la mala fortuna de que no nos dejaron descender ni en Jamaica, ni en Islas Caimán”, narró Miguel, al señalar que les notificaron que a bordo había una persona con fiebre y les negaron el descenso.

“En ningún momento hubo pánico. Se sabía que había alguien que tenía fiebre. No hubo necesidad de aislamiento. Nuestra vida fue normal arriba del crucero.

“Nos mantenían informados. Luego nos dijeron que se hacían gestiones, [pero] que fracasaron. Se nos compensó. Se manejó muy bien. Nos devolvieron 100% la tarifa y nos abonaron 20% para el próximo viaje”, detalló.

Para bajar en Cozumel, les notificaron que tampoco les habían dado autorización para atracar, decisión que se modificó.

El jueves, a las 7:00 horas, les permitieron atracar y les dijeron que podrían descender una vez obtenida la confirmación de que no había casos de coronavirus.

Esa noche, los estudios de un la boratorio ubicado en Chetumal, a donde llevaron las pruebas, dieron positivo a influenza. Horas antes se había descartado el coronavirus.

Mientras la naviera obtuvo la ampliación para mantenerse un día más, en la recepción del crucero se suscitó un enfrentamiento entre turistas italianos y franceses, que tuvo que ser controlado por guardias de seguridad, quienes arrojaron gas pimienta. Un grupo de turistas argentinos narró la anécdota y compartió los videos.

“Hubo un inconveniente entre dos pasajeros que ya traían el malestar por toda la situación (...) Estaba toda la gente mirando y a todos nos hizo mal. Salimos todos corriendo de ahí, se ahogaron varios porque fue bastante [gas] lo que tiraron”, contó una de las turistas, quien no accedió a dar su nombre.

Matías, su acompañante, dio más detalles de lo sucedido: “Estaban reclamando que querían bajarse, tomar un avión e irse. Eso exigían. Mientras discutían, el pianista tocaba mas fuerte, pero no fueron oídos como querían y eso los enfureció. Esta pareja era problemática desde el principio”.

La mujer señaló que el resto de los pasajeros eran tranquilos: “No hay que descartar que siempre fuimos bien atendidos”.

“Nos devolvieron 100% del paquete, más 200 dolares por cabina”, resaltó Matías.

Los jóvenes viajaron con otros cuatro, quienes valoraron la transparencia con la que se condujo la naviera y lamentaron que el miedo prevaleciera en la determinación de Jamaica y Gran Caimán.

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