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La Iglesia católica dejó crecer la pederastia, puesto que cuando había pocos casos no se atendieron de manera rápida.
Joaquín Aguilar Méndez, representante en México de la Red de Sobrevivientes de Abuso Sexual por Sacerdotes (SNAP, por sus siglas en inglés), asegura que la pederastia clerical es frecuente en el país porque “la Iglesia no agarró al toro por los cuernos cuando pudo”.
El joven abogado detalló que “el gran problema fue que cuando empezaban a ocurrir casos aislados no se castigaban, no había ninguna autoridad que se acercara al agresor y le llamara la atención. La pederastia en la Iglesia era una bolita de nieve, pero se dejó crecer”.
Joaquín Aguilar, quien asegura haber atendido a más de 500 víctimas a través de SNAP, comenta que la principal debilidad de la Iglesia es que la Conferencia del Episcopado Mexicano no tiene datos sobre el tema.
“Cuando ocurre un abuso, el obispo lo denuncia directo a Roma, es decir, el Episcopado nunca se entera. Es un gran problema porque, además de no tener información, los obispos deciden cuáles casos van a denunciar y cuáles no”.
Antonio Gutiérrez, vocero de la Arquidiócesis de Guadalajara, coincidió en que el abuso sexual a menores de edad ha crecido porque en un inicio no hubo acciones para frenar el delito: “Faltó mayor determinación para enfrentar los abusos. Ahora es lo que se quiere evitar”.
Para Gutiérrez este problema se explica por la existencia de una “subcultura del silencio” en la cual los miembros del catolicismo no denunciaban los casos.
“Algunas personas todavía dicen que, aunque se llegue a cometer el crimen de pederastia, se tiene que combatir cuidando la imagen de la Iglesia. Ese es un obstáculo al cual nos enfrentamos para actuar con justicia”, detalla.
Recalca que esa actitud ha ido cambiando y pone como ejemplo los tres casos de pederastas que la Iglesia denunció ante la Fiscalía General de Jalisco: “No queremos quedarnos callados ante este crimen. También hacer un llamado para quienes quisieran proteger este tipo de abusos, sepan que esto es inconcebible y que no se puede estar más en silencio”.