En un recorrido que la familia mormona LeBarón hizo ayer en el basurero de Cocula, Guerrero, donde supuestamente habrían incinerado a los 43 normalistas de Ayotzinapa, desaparecidos el 24 de septiembre de 2014 en Iguala, los activistas calificaron esa teoría como una “basura” y expresaron que representa la mentira y la traición.
En su visita a suelo guerrerense, Julián LeBarón aseveró: “Yo creo que la verdad histórica es una basura, parece que la primera víctima de cualquier crimen en México es la verdad, yo he conocido miles de víctimas y nunca he conocido a alguien que diga: ‘Se hizo justicia’”.
Los LeBarón han visitado distintos estados de la República en las últimas semanas. En Guerrero realizaron una marcha en Chilapa y una visita a Iguala, además de que acompañaron a la familia de dos menores de edad que fueron asesinados; ayer viajaron a Cocula.
En el basurero de este municipio, Julián agregó que la “verdad histórica” de Ayotzinapa “representa la mentira, la traición, representa el crimen, la violencia y el engaño, y creo que es tarea de todos los mexicanos salir de toda esa porquería”, externó el activista.
Por su parte, Bryan LeBarón dijo que el basurero de Cocula “es un símbolo de la impunidad que estamos viviendo, pensar que desde hace tiempo todavía no tenemos respuestas es un símbolo del fracaso de nuestro sistema judicial”.
Ayer la desaparición de los 43 estudiantes de la Escuela Normal Rural Raúl Isidro Burgos retomó fuerzas porque el presidente Andrés Manuel López Obrador anunció que para resolver este caso trabajaría junto con el minisitro presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), Arturo Zaldívar Lelo de Larrea, y con el fiscal General de la República (FGR), Alejandro Gertz Manero,
El Jefe del Ejecutivo federal precisó que la secretaria de Gobernación (Segob), Olga Sánchez Cordero, será quien se dedique de tiempo completo a esta indagatoria, que ya tiene cinco años de haber iniciado sin que haya una explicación concreta de lo que ocurrió con los normalistas, aunque en el sexenio del mandatario Enrique Peña Nieto concluyeron la pesquisa, argumentado que los normalistas fueron incinerados en el basurero.
Mientras López Obrador realizaba este anuncio, la familia LeBarón aprovechó para hacer un llamado a los mexicanos para unirse frente al clima de inseguridad que vive el país. Así lo declaró Adrián, quien el año pasado sufrió el asesinato de su hija y cuatro nietos en los límites de Sonora y Chihuahua, en Bavispe.
“Esta zona donde estamos representa uno de los episodios más negros de nuestra historia (...) Entre mexicanos nos necesitamos más que nunca, juntos todos y con todo vamos a seguir caminando hasta que deje de doler, hasta que ya no existan víctimas, hasta que nos inviten a la fiesta del pueblo, no al funeral, porque aquí venimos, a un funeral”, dijo Adrián.
El también activista añadió que aquellas personas que tengan miedo de salir a manifestarse por la violencia “no están solos”, y lamentó que cuando marcharon en Chilapa hubo miles de personas que no acompañaron la movilización por temor a represalias.
“No están solos, salgan a caminar, recuperemos nuestras calles y abracemos a nuestras familias”, dijo LeBarón.
La familia mormona se trasladó a Guerrero, luego de haber participado en una manifestación en León, Guanajuato, por el alza de los homicidios en la entidad, y se espera que visite Mérida el 23 de febrero, y Puebla el 1 de marzo próximo.