En la calle 5 de Febrero, en el corazón de la Ciudad de México, está uno de los cientos de consultorios médicos privados que hay en el país. Aquí, muchas de las personas que acuden lo hacen por la falta de Seguro Social, el costo y la atención rápida.
En estos consultorios, a diario decenas de personas llegan a visitar al médico. Como Reyna, quien es oriunda de Huautla de Jiménez, Oaxaca, y lo hace ante la falta de Seguro Social.
Ella reside en la Cuidad de México con su esposo y acudió a este consultorio para una revisión de rutina. Dice que viene aquí porque no tiene servicio médico, además de que los costos son accesibles.
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“Yo acudo aquí porque ni mi esposo ni yo tenemos seguro médico. Además, [es] económico, es una buena opción, ya que tampoco contamos con muchos recursos”, explica.
Reyna menciona que en su pueblo natal hay muchos de estos consultorios y que la gente va a ellos por el precio y porque en algunas instituciones del gobierno son discriminados por su lengua u origen étnico.
“De donde yo vengo hay muchos consultorios iguales, ahí va mucha gente, lo hace por sus precios y porque en las clínicas del gobierno en ocasiones son discriminados por su lengua o porque son indígenas, a veces no les entienden u otras veces los discriminan”, resalta.
Servicios públicos, ineficientes, acusan
Como Reyna, un adulto de la tercera edad, quien omitió decir su nombre, acudió a este consultorio con su esposa, lo hizo por la cercanía y los servicios inmediatos. Refiere que es jubilado y, aunque tiene cobertura del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE), acude a estos consultorios por la factibilidad, pues en donde le corresponde casi a todos los servicios hay que esperar muchas horas y es ineficiente.
“Yo vengo por la facilidad, me espero pocos minutos y me atiende el doctor de inmediato; si voy a la clínica que me toca, tardo medio día para que me manden lo mismo, es bastante deficiente el servicio, por eso es muy factible venir aquí, además de que el servicio es bueno”.
En el mismo consultorio, una médica que atiende a estos pacientes, quien omite su nombre pues dice que no está autorizada para dar entrevistas, destaca que asiste mucha gente por la falta de recursos y porque se atiende todo tipo de padecimientos.
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“Aquí viene mucha gente y lo hacen por el costo del servicio, se atienden de muchos padecimientos, desde un resfriado común, dolores musculares, lesiones o incluso Covid. En la temporada de diciembre y enero yo atendí decenas, con diagnóstico confirmado o sólo con síntomas”, explica.
En la misma colonia Centro, pero sobre la calle Isabel la Católica, en otro de estos consultorios, pero de odontología, el señor José, quien espera su turno, menciona que se atiende ahí por el servicio que ofrecen y la calidad.
“Yo soy jubilado, 30 años trabajé en el Trolebús, soy pensionado del ISSSTE, vengo aquí porque en mi clínica el servicio de odontología sólo ofrece limpias, nada de servicio de ortodoncia, además aquí es accesible en los costos y los doctores ofrecen buen servicio”, afirma.
Así es como las personas enfrentan sus diversas necesidades en materia de salud; la opción de los consultorios privados les resulta útil ante la falta de Seguro Social, recursos y tiempo.