Ciudad Juárez.— Con cobijas, cartones y hasta plásticos se cubrían ayer del frío y la lluvia cientos de migrantes provenientes de Venezuela que han sido deportados de Estados Unidos en los últimos días bajo el Título 42 en la frontera de Ciudad Juárez y El Paso, Texas.
La crisis humanitaria que se vive en la localidad ha saturado la mayoría de los albergues, por lo que las personas han adoptado como hogar las banquetas alrededor del Centro de Atención Integral a Migrantes.
Con su hijo de un año en brazos y una cobija estaba ayer al mediodía José, quien dice que fueron deportados a Ciudad Juárez con engaños de parte de la Patrulla Fronteriza. “Nosotros nos cruzamos el 11 de octubre y nos deportaron ayer [domingo]. Nosotros duramos cinco días presos y ayer nos deportaron. Vamos a seguir aquí para ver si nos dan otra oportunidad”, cuenta José, acompañado por su esposa María y su pequeño hijo.
En entrevista con EL UNIVERSAL, José asegura que él y su familia dejaron Venezuela con la intención de tener una mejor calidad de vida, ya que la crisis económica que se vive en aquel país los afectó al grado de no tener para comer.
Tras recorrer parte de Centroamérica y México para llegar a Ciudad Juárez, cruzar a Estados Unidos y luego llegar a Denver, ahora no sabe qué pasará con ellos, ya que las pocas pertenencias que lograron traer consigo, así como sus documentos, se los quitó la Patrulla Fronteriza al cruzar y solicitar el asilo político.
“Hemos tenido que dormir aquí, bajo el frío, la lluvia, y las autoridades americanas no nos dicen nada. Ayer que nos deportaron, primero nos metieron a una lista, nos dijeron que íbamos a un refugio y no, nos deportaron”.
Ahora las familias están en busca de ayuda humanitaria, ya que no tienen dinero, comida ni ropa, pues son deportados con el uniforme y sandalias que les dan en los centros de detención.
“Hace mucho frío, no estamos acostumbrados al frío. Necesitamos mucha ayuda. Aquí son solidarios, nos han ayudado mucho, pero necesitamos ropa, comida, cobijas, medicina para la gripe, calentura, porque aquí vamos a esperar mientras que el Presidente toma una decisión de ayudarnos”, agregan José y su esposa.
En el recorrido realizado por este diario, se constató que en el lugar había más de 200 personas esperando respuesta de las autoridades sobre su situación migratoria o de algún lugar dónde pasar los días de forma segura.
De acuerdo con datos oficiales proporcionados a este diario, el miércoles 12 de octubre fueron deportados 130 migrantes; el jueves, 280 y a partir del viernes han sido 200 las personas retornadas de El Paso a Ciudad Juárez.
Ante ello, en los últimos días se estima que han llegado más de mil 10 personas a esta frontera.
Al ver la situación que se vive, algunos migrantes ya han sido trasladados a albergues; sin embargo, no ha sido suficiente debido a que los espacios en las iglesias y lugares habilitados como refugio están saturados.
Ayer la Dirección de Derechos Humanos del Municipio de Ciudad Juárez informó que recibió a 100 personas de nacionalidad venezolana en el albergue municipal Kiki Romero, luego de que fueron retornados desde Estados Unidos a México con motivo del Título 42.
Santiago González, titular de la referida dependencia, comentó que el albergue, ubicado en la calle Codorniz y avenida De los Aztecas, se encuentra a 100% de su capacidad; sin embargo, las personas alojadas ahí, después de un tiempo, son trasladadas al Centro Integrador para el Migrante Leona Vicario, para tener más espacio para la llegada de nuevos migrantes.
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