De cara a la sucesión en la rectoría en la (UNAM), expertos advierten riesgos de intromisión por parte del presidente Andrés Manuel López Obrador, por lo que consideran que la autonomía del Consejo Universitario será fundamental para garantizar que haya un proceso transparente e imparcial.

Ayer lunes, la Junta de Gobierno de la Máxima Casa de Estudios abrió el proceso de sucesión y adelantó que el próximo 21 de agosto emitirá la convocatoria para el nombramiento del rector para los próximos cuatro años y que comprende el periodo 2023-2027.

Para el doctor en Ciencias Sociales Alberto Aziz, habrá un proceso muy competido, “pero no conflictivo”, ya que la UNAM cuenta con un mecanismo de sucesión establecido a través de su Junta de Gobierno y el Consejo Universitario, pero no descartó riesgo de intromisión por parte del Presidente de la República.

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“Siempre existe esa posibilidad de que haya intervención por parte del Jefe del Ejecutivo federal. Hemos sabido de las críticas del Presidente hacia la UNAM y la especulación de que pueda intervenir en el proceso ha estado rondando, pero creo que habría que revisar a detalle la composición de la junta que decide para ver qué tanto se puede meter o tratar de influir, por eso creo que sí va a ser muy importante la autonomía de la Junta de Gobierno para que no haya una incidencia directa”, dijo.

De acuerdo con la legislación universitaria, se requiere nacionalidad mexicana por nacimiento, ser mayor de 35 años y menor de 70 años, poseer un grado superior al de bachiller, contar con 10 años de servicios docente o de investigación en la Universidad, haberse distinguido en su especialidad y “ser persona honorable y prudente”.

La analista política Arlene Ramírez Uresti recordó que la elección de este año se da en medio de un ambiente político que involucra los comentarios del presidente López Obrador sobre la UNAM, en torno a los indicios de plagio en la tesis de la ministra de la Suprema Corte Yasmin Esquivel Mossa.

“Claro que veo riesgos por todo este conflicto de la tesis; sin embargo, yo creo que la autonomía de la Universidad tiene que prevalecer sobre los tintes y los matices políticos. La comunidad académica merece una elección alejada de estos climas políticos que hay en el país”, detalló.

Hasta ahora se habla de una lista de aspirantes que podría ser de entre 20 y 25 personas; sin embargo, los perfiles de los que más se ha hablado no rebasan una decena.

Destacan Imanol Ordorika, director general de Evaluación Institucional; Raúl Contreras, director de la Facultad de Derecho; Leonardo Lomelí, secretario general; Luis Álvarez Icaza Longoria, secretario admnistrativo; William Lee Alardín, coordinador de Investigación Científica; Mónica González Contró, directora del Instituto de Investigaciones Jurídicas; Guadalupe Valencia García, coordinadora de Humanidades, y Patricia Dolores Dávila, secretaria de Desarrollo Institucional.

En la lista también se ha mencionado como posibles candidatos a la rectoría a Germán Fajardo Dolci, director de la Facultad de Medicina; Víctor Manuel Velázquez, director de la Facultad de Ciencia; Carola García, directora de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales, y José Antonio Hernández Espriú, director de la Facultad de Ingeniería.

Otros docentes que podrían levantar la mano son Rosa María Ramírez, directora del Instituto de Ingeniería, y Pedro Salazar, exdirector del Instituto de Investigaciones Jurídicas; sin embargo, no se destaca el posible interés por parte de exfuncionarios como Irma Eréndira Sandoval, exsecretaria de la Función Pública, e incluso del expresidente del Instituto Nacional Electoral, Lorenzo Córdova Vianello.

Sobre los perfiles que podrían suceder al doctor Enrique Graue, los expertos celebraron que haya mayor participación de mujeres, aunque puntualizaron que el género no deberá ser factor para elegir al próximo rector.

“Vemos a más mujeres que en elecciones pasadas, eso es muy bueno, que haya más mujeres que aspiren a la rectoría, pero me parece que la selección va a ser más por méritos y por capacidades que por género”, detalló Aziz Nassif, aunque Ramírez Uresti dijo que “definitivamente sí es tiempo de que haya una rectora”.

“Hay extraordinarias académicas e investigadoras que han llevado el liderazgo de ciertas disciplinas con un prestigio intachable y que además tienen una visión bastante innovadora y disruptiva de la educación. Tradicionalmente la rectoría ha estado en manos de los hombres y yo creo que ya es momento de que una mujer lleve las riendas de la UNAM, obviamente cuidando siempre que se trate de los mejores perfiles”, indicó.

El proceso de selección del rector es supervisado por la Junta de Gobierno, compuesta por 15 miembros distinguidos de la comunidad universitaria. La junta, previa consulta con la comunidad universitaria y los aspirantes, elabora una lista de finalistas y designa al nuevo rector para los siguientes cuatro años, con posibilidad de reelección.

Enrique Graue finaliza su rectorado en noviembre próximo.

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