La Auditoría Superior de la Federación (ASF) advirtió a la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), encargada de construir el Aeropuerto Internacional General Felipe Ángeles en la Base Militar Aérea de Santa Lucía, que implemente medidas correctivas para subsanar algunos riesgos de este proyecto, porque, de materializarse, podría postergar la entrada en operación de esta terminal aérea, programada por el presidente Andrés Manuel López Obrador para inaugurarse el 21 de marzo de 2022.
En los resultados de la fiscalización de la Cuenta Pública 2019, es decir, del primer año del presidente López Obrador, la ASF detectó que la Sedena cumplió con la normatividad aplicable a la planeación, coordinación, gestión de riesgos, ejecución y ejercicio de los recursos asignados al proyecto, pero se identificaron hallazgos que evidencian la necesidad de fortalecer la gestión de la Sedena para lograr mayor certeza en la factibilidad económica, técnica, legal y ambiental; de su costo real y de sus beneficios, y mitigar los riesgos que pueden incidir en su ejecución y conclusión en el plazo previsto.
“Si bien se comenzaron las obras en 17 de los 20 frentes del aeropuerto (85%), no se registraron avances en los frentes relacionados con la interconexión del AIFA y el AICM [Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México Benito Juárez); además, se identificó un riesgo referente al cumplimiento del calendario de inversión correspondiente a la primera fase del proyecto que podría afectar su entrada en operación en 2022 y, por tanto, su rentabilidad”, define una de las auditorías realizadas.
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“Los hallazgos antes expuestos denotan la necesidad de implementar medidas correctivas para subsanar las áreas de oportunidad detectadas en la gestión del proyecto, así como preventivas para que los riesgos no se materialicen, no se postergue la entrada en operación del AIFA y éste contribuya a resolver el problema público que le dio origen, relativo a la insuficiente infraestructura aeroportuaria para atender la demanda en el centro del país”, agrega la ASF.
En este sentido, la ASF le hizo 15 recomendaciones u observaciones a la Sedena para mejorar y perfeccionar la edificación del General Felipe Ángeles como: planeación estratégica del aeropuerto, principalmente, en las proyecciones de la demanda y de la nueva distribución planteada para la atención de los pasajeros en los tres aeropuertos del centro del país (AIFA, Benito Juárez y el aeropuerto de Toluca), pues dichas estimaciones no incluyen los datos históricos reales de la demanda de servicios aeroportuarios.
La ASF revela que no se consideraron las necesidades de las aerolíneas, y los costos en los que éstas incurrirán para adecuar su operación, así como las preferencias reveladas de los usuarios; en la gestión de riesgos, a fin de identificar, cuantificar y evaluar todos los posibles obstáculos que podrían afectar la construcción y operación del proyecto, y en la coordinación con las partes interesadas, ya que se requiere fortalecer la comunicación y coordinación con distintas dependencias, entidades, gobiernos estatales y municipales, organizaciones civiles y organismos internacionales clave que pueden influir favorable o desfavorablemente en el proyecto.
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El máximo órgano fiscalizador del país advirtió a la Sedena que se debe realizar un análisis sobre los efectos de la contingencia sanitaria provocada por el Covid-19 en la demanda de servicios aeroportuarios en el centro del país, que le permita evaluar la forma en la que ésta repercutirá en la evaluación socioeconómica del proyecto y que incluya los efectos de la contingencia sanitaria en el movimiento de carga y, con base en ellas, actualice el análisis costo-beneficio del proyecto de inversión.