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Pese a la democratización de los sindicatos que se aprobó en la reforma laboral el jueves pasado en la Cámara de Diputados, hay lagunas en la legislación que podrían acarrear extorsiones a los empresarios, de acuerdo con lo que comentaron expertos en la materia.

El dictamen que se avaló en San Lázaro y se envió al Senado, en el que se establece que para elegir a un líder sindical el voto de los trabajadores será directo, libre y secreto, sí será útil a los empresarios, ya que dejarán de ser presionados por sindicalistas que no cuenten con el apoyo de los trabajadores y busquen el beneficio personal, dijo Alfonso Bouzas, especialista en temas laborales de la UNAM.

“Sí se garantiza el que el sindicalismo corporativo desaparezca, porque los trabajadores elegirán y modificarán de manera independiente a sus direcciones sindicales, los candados que había y se los impedía, van a desaparecer”, dijo a EL UNIVERSAL.

Rodrigo Olvera, abogado laboral de la Universidad Autónoma de Querétaro (UAQ), consideró que el hecho de que en el emplazamiento a huelga los empleadores no tengan oportunidad de negociar, los deja a merced de ser extorsionados con este mecanismo.

“La reforma es muy positiva, pero hay algunos aspectos que causan pequeñas preocupaciones, como las huelgas”, dijo.

Aseguró que la reforma establece que para que los trabajadores puedan emplazar a huelga, es necesario que la organización sindical cuente con el certificado de representatividad. La nueva regulación, según Olvera, permitirá que, si es un sólo sindicato el que solicita la huelga, bastaría con que la dirigencia dé a la autoridad el listado de trabajadores que la apoyan y eso contaría como el documento que acredite la veracidad de su representación.

Sólo en caso de que la autoridad laboral, representada en el nuevo Centro Federal de Conciliación y Registro Laboral, tuviera dudas de la representatividad, pediría que se verifique y se acredite, y los documentos podrían ser falsificados, por las malas prácticas que ya existen en el sindicalismo mexicano, aseguró.

Sobre las acusaciones que hizo el grupo parlamentario del PAN en la Cámara Baja sobre que aún quedan riesgos para que los sindicatos sigan sometiendo la vida laboral del país, Bouzas advirtió que si el gobierno hace alianzas con los líderes sindicales, se repetiría el “sindicalismo blanco”.

En cuanto a desaparición de los contratos colectivos de protección patronal que se firmaban a espaldas de la base trabajadora, “no debe representar un riesgo para los patrones”, ya que también eran impulsados por líderes sindicales que buscaban beneficios del gobierno.

“Ellos quieren una contratación colectiva a su modo y (...) ya no lo van a tener”, sostuvo Bouzas. Olvera expresó que en la medida que se tengan negociaciones auténticas con la base trabajadora, los empleadores sí van a obtener beneficios.

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