A casi un año del inicio de la vacunación contra el Covid-19 en México —cuando se aplicaron dosis de Pfizer, Sinovac y AstraZeneca para adultos mayores y profesionales de la salud—, especialistas consideran que la falta de trazabilidad de los biológicos suministrados y las reservas existentes impiden saber si se hará realidad la aplicación de terceras dosis de refuerzo y si se cuenta con las necesarias.
“Hasta ahora se ha aprobado únicamente el refuerzo de las vacunas de las farmacéuticas Pfizer y Moderna, pero qué pasa con los que recibieron Sinovac o AstraZeneca, ¿se cuenta con las dosis necesarias para vacunarlos con terceras dosis?, no se sabe, porque la falta de transparencia alrededor de las vacunas es tanta que los ciudadanos no podemos saber cuál es la trazabilidad de las dosis”, aseguró el analista de salud Xavier Tello.
La Secretaría de Salud (Ssa) no ha especificado cuántas vacunas se han aplicado por farmacéutica; sin embargo, con los embarques recibidos y el total de dosis aplicadas aún hay oportunidad de inmunizar a 18 millones 459 mil 172 mexicanos con esquema completo. Esta cantidad de vacunas también es suficiente para cubrir la dosis de refuerzo en los profesionales de la salud y adultos mayores, que suman 15.5 millones de personas.
Desde el 23 de diciembre pasado, fecha en que arribó el primer embarque de vacunas antiCovid de la farmacéutica Pfizer, el país ha recibido más de 175 millones de dosis; de éstas, 14 millones 124 mil 840 corresponden a la marca CanSino, que únicamente requiere una aplicación.
Esto significa que México ha recibido 161 millones 691 mil 525 de dosis de las farmacéuticas Pfizer, AstraZeneca, Sinovac, Sputnik V, Janssen y Moderna, las cuales alcanzarían para inmunizar a 81 millones 345 mil 762 mexicanos con dos dosis, más las vacunas de CanSino.
La suma es de 95 millones 470 mil 602 personas inmunizadas con esquema completo, cifra que rebasa el 100% del total de la población de 18 años en adelante.
“No hay ninguna pérdida de vacunas. Todas están perfectamente identificadas y sabemos en dónde están y en qué momento se están aplicando. En las zonas rurales, donde la operación de la brigada es más difícil porque no hay acceso a internet, los registros nominales se desfasan, no se hace en tiempo real”, dijo.
Al respecto, Xavier Tello reiteró que el gobierno no ha dado a conocer la trazabilidad y la ruta de cada una de las vacunas que han arribado a México y recordó que para adolescentes el único biológico aprobado para su uso de emergencia es el de Pfizer, pero de igual manera se desconoce si hay dosis suficientes para este grupo poblacional.
“No sabemos dónde están más de treinta y tantos millones de vacunas y por qué siguen guardadas. No hay una trazabilidad, el sistema está divorciado”, dijo.
Malaquías López Cervantes, académico de Medicina de la UNAM, advirtió que si bien cada persona sabe cuál vacuna recibió, de las dosis que se encuentran en reserva no se conoce de qué farmacéutica son y si hay suficientes para alcanzar una tercera aplicación a algún sector poblacional.
“Desde el principio tuvo que haber transparencia, saber el número de vacunas que llegaron, cómo se distribuyeron, en dónde están las reservas y para qué se usarán, pero nada de eso sabemos. No sabemos si las dosis reservadas serán para completar esquemas o para aplicar dosis de refuerzo. Con esa cantidad de dosis que han llegado al país se alcanzaría una cobertura de 90% de toda la población, pero el gobierno no transparenta”.
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