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Rosa Icela Rodríguez es una persona dispuesta a dialogar y ese será uno de sus retos al frente de la Secretaría de Gobernación (Segob), pero no puede garantizar el éxito en la negociación con la oposición si ésta no se muestra con apertura, señalaron analistas políticos consultados por EL UNIVERSAL.
Otra de sus tareas será procesar problemas y prever soluciones para la virtual presidenta Claudia Sheinbaum, una vez que asuma el cargo, por lo que tendrá que detectarlos, analizarlos y ofrecer recursos.
Además, debe ejercer sus facultades plenamente para no correr el riesgo de convertirse en una vocera del Ejecutivo y aprovechar su experiencia en la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana para lidiar con la política interna.
Lorenzo Meyer, analista político, consideró que la designación de Rosa Icela Rodríguez fue acertada porque tiene gran capacidad de diálogo y en su trayectoria política no hay rastros de cerrazón.
“Lo que veo de fuera es una persona dispuesta a dialogar; no la veo interesada ni capaz de seguir el modelo clásico del viejo régimen, sino una forma distinta, contrastante con esos secretarios de Gobernación tenebrosos y llenos de recovecos. Gobernación tenía más facha de parecerse a la KGB soviética que a un sitio donde se va a negociar con los diferentes actores antes de que le lleven los problemas a la Presidenta”, expresó.
Refirió que uno de los retos que tendrá que enfrentar en la próxima administración será negociar con todos los actores políticos, incluida la oposición.
Sin embargo, se debe tomar en cuenta si la oposición estará abierta al diálogo, ya que durante la segunda parte del sexenio del presidente López Obrador se cerraron a las negociaciones con el Ejecutivo.
“¿Tiene la oposición la capacidad de dialogar? Rosa Icela debe de vérselas contra sus contrapartes, y las contrapartes han estado cerradísimas, hasta la negociación, así que supongo que ella hará lo posible, pero ella no puede garantizar el buen éxito de una negociación con la oposición”, subrayó.
Finalmente, Lorenzo Meyer dijo que también tendrá el reto de resolver problemas antes de que le lleguen a la presidenta Claudia Sheinbaum, prever soluciones y presentarle opciones a la Primera Mandataria del país.
“El reto es poner a la presidenta o a las decisiones de la presidenta ya posibilidades armadas, señalar: ‘aquí hay un problema y las soluciones pueden ir por aquí o por allá’, y la decisión de la presidenta será la última palabra. Entonces, Rosa Icela lo que tiene que hacer, a mi juicio, es detectar los problemas, analizarlos, proponer la mejor fórmula para solucionarlos y que deje la última palabra a quien debe de tenerla, pero que no lleguen los problemas, digamos, así sin procesar”, comentó.
Christian Carrillo, analista político, señaló que su designación podría ser un acierto, pero “si su actuación se da sobre el Ejecutivo federal”.
“Es una persona cercana a la presidenta electa y, en esta medida, es necesario que se vean resultados, porque esa confianza le va a dar amplitud de ejercer plenamente sus facultades. Entonces, yo creo que eso podría ser positivo, pero siempre y cuando la secretaria de Gobernación no se vuelva una simple vocería de la Presidencia de la República”, comentó.
Dijo que sus facultades deben ser amplias para coordinar las políticas encaminadas a reconstruir el tejido social, uno de sus retos al frente de la Segob.