Los cinco legisladores que impulsan la conformación de un nuevo grupo parlamentario en el Senado coinciden en que está agotado el sistema de partidos políticos en México, los cuales perdieron la confianza de la mayoría de los ciudadanos, quienes no se sienten representados por ellos. Sin embargo, aclaran que la decisión que han tomado no busca reemplazar a los partidos, sino sacudirlos, pues reconocen que en México es imposible participar en política sin ellos.
Entrevistados por separado por EL UNIVERSAL, los senadores “plurales” señalaron que este es un fenómeno que se ha presentado en diversos países del mundo, por lo que es urgente replantear los mecanismos de representatividad en las cámaras del Congreso de la Unión.
Advirtió que hay una crisis en el sistema de representación y en el sistema de partidos políticos tradicionales, por lo que la conformación de una nueva bancada en el Senado es un síntoma de la irritación social frente a la falta de respuesta y solución a los problemas reales de la gente.
“Esto lleva a una frustración que ha generado que el diálogo político se sofoque porque estamos instaurados en un disco rayado de alabanzas y calificaciones a críticas, porque lo que se defiende más son los intereses de los partidos que los intereses de la gente”.
Reconoció que sería complicado desaparecer o reestructurar los partidos políticos, porque “al final del día sí es un mecanismo para acceder al poder”.
“[Los partidos] tienen sus fortalezas, eventualmente, en la forma más civilizada en la competencia por el poder, pero también cada vez más gente no se siente representado en ellos”, dijo.
“No queremos depender de las dirigencias partidistas a la hora de tomar decisiones trascendentales para todos los mexicanos. Creo que al llegar al Senado de la República representamos a todos, no pueden prevalecer los intereses de los partidos por encima de los intereses de los mexicanos”, señaló.
“Nos constituimos en grupo, en ejercicio de nuestros derechos humanos más elementales reconocidos por la Constitución mexicana y los tratados internacionales (…) para tratar asuntos políticos”, explicó.
Martínez Cázares aclaró que la nueva fracción parlamentaria no se venderá a ningún grupo de interés. “Si nos quieren usar para sus rencillas o aspiraciones personales, fracasarán. Ni nos vendemos ni somos un grupo de alquiler”, expresó.
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