La Secretaría de Salud (Ssa) prepara un gran plan de reconversión para sumar hasta 950 camas a los hospitales y centros Covid-19 en la Zona Metropolitana del Valle de México, donde comienza a presentarse saturación de instalaciones hospitalarias. En estos momentos cuenta con 77 camas libres para atender a pacientes graves de coronavirus en la Ciudad de México.
En la conferencia de prensa nocturna, a fin de dar a conocer el avance de la pandemia de Covid-19, se informó que para la fase 3 se están considerando camas adicionales a las que emplean hospitales de la Ciudad y el Estado de México.
Hay 77 camas libres para atender a pacientes por coronavirus que requieran terapia intensiva; las camas ocupadas son 449 de personas en estado crítico.
“Con las 150 que se van a agregar, con la llegada de los ventiladores, podríamos tener 220 o 250 camas más, y si logramos tener personal suficiente, esto se podría incrementar todavía más.
“Si logramos el plan magno de reconversión máxima, podríamos hablar de cerca de 950 camas en total”, dijo Gustavo Reyes Terán, titular de la Comisión Coordinadora de Institutos Nacionales de Salud y Hospitales de Alta Especialidad.
Existen en el país 8 mil 261 casos confirmados de coronavirus desde el pasado 27 de febrero; 686 personas han fallecido a causa de la enfermedad y hasta ayer 49 mil 570 personas han sido estudiadas.
Además, de acuerdo con las cifras dadas a conocer anoche, se tiene el registro de 10 mil 139 personas que han sido sospechosas y hasta el momento 31 mil 170 que fueron descartadas.
Para la fase 3 de la contingencia sanitaria, habría 950 camas que estarían disponibles en la Coordinación de Hospitales e Institutos Federales, de la Ciudad y el Estado de México.
El martes llegarán al país, provenientes de China, 150 ventiladores y monitores para los hospitales de ambas entidades federativas.
Explicó que para los pacientes en estado crítico, es decir, los más graves, se requiere una unidad de terapia intensiva: un cuarto con características específica en el que el paciente va a estar intubado; requiere ventilación mecánica asistida por un aparato, un monitor de sus signos vitales y de otros parámetros respiratorios y hematológicos; cuatro o cinco bombas de infusión para suministrarle medicamentos e intentar mantenerlo lo más estable posible ante la disfunción orgánica, detalló.
También equipo de seguridad personal para médicos y personal de enfermería que atienda a los pacientes. Además de los insumos e infraestructura para atender a los pacientes, Reyes Terán reconoció que todavía hacen falta más enfermeros para atender y cubrir a los pacientes, en los hospitales que aún se están reconvirtiendo.