Más Información
perla.miranda@eluniversal.com.mx
En México se tiene la creencia de que los antibióticos son la forma más efectiva de atacar una enfermedad; sin embargo, especialistas consultados por EL UNIVERSAL aseguran que no siempre son la mejor opción, en especial cuando se trata de combatir la influenza, puesto que estos fármacos atacan bacterias, no a los virus.
“Los antibióticos no funcionan con las enfermedades virales. Antes de la pandemia de 2009 era común que los médicos prescribieran antibióticos para infecciones y los pacientes siempre pedían algo para el dolor y algo para la infección, o sea, un analgésico y un antibiótico, pero hay guías que ya establecen cómo debemos abordar a las personas que tienen síntomas de afecciones respiratorias y en su mayoría no indican antibiótico”, explicó el infectólogo José Luis García.
José Ángel Córdova Villalobos, quien fungía como secretario de Salud hace 10 años, recordó que un problema al que se enfrentaron cuando la crisis por influenza A-H1N1 fue a que la población pensaba que un antibiótico sería efectivo para atacar sus malestares y los tomaban.
“Como no sabían que tenían influenza, pues muchas veces no iban a consulta, sólo presentaban los síntomas y creían que era un resfriado normal, entonces compraban el antibiótico y lo consumían, pero éste no atacaba al virus, como sí lo hace el oseltamivir, y por eso muchos mexicanos tuvieron complicaciones y algunos murieron”, resaltó.
A partir de esos hechos, en 2010 entró en vigor la política de uso de antibióticos que prohíbe la venta de estos fármacos sin receta médica. Al respecto, Rafael Valdez, especialista en infectología, dijo que es importante que las enfermedades se ataquen con los medicamentos correctos.
“Lo primero que se debe hacer es diagnosticar bien a las personas. Si una prueba rápida indica que el paciente tiene influenza entonces le das antiviral, como el oseltamivir o sus genéricos, porque ese tratamiento disminuirá los síntomas y reducirá las complicaciones por influenza”, dijo el experto.
Agregó que la sociedad debe hacerse responsable de su salud y al presentar síntomas acudir a un hospital para saber qué tiene.
“No se vale que tomen cualquier resto de antibiótico que dejó otro familiar para tratar equis enfermedad o que vayan a las farmacias en busca de algo que les alivie los malestares, deben ir al médico, no hay de otra. Si sospechan que es influenza deben pedir una prueba rápida e iniciar el tratamiento temprano”, demandó.
En su edición de ayer, EL UNIVERSAL publicó que la Secretaría de Salud detalló que se ha diagnosticado, entre octubre de 2018 y marzo, a 5 mil 899 personas con la enfermedad respiratoria y 676 muertes, de las cuales 617 fueron por el virus A-H1N1, 36 por la cepa A, 22 por la tipo B y una por la A-H3N2.
El Estado de México es la entidad federativa con más defunciones, con 78; le siguen Hidalgo, con 70; Ciudad de México con 61, Puebla con 50 y Guanajuato con 36.
En conjunto suman 44% de los fallecimientos por el virus.
De los pacientes que perdieron la vida 94% no estaban vacunados, 45% iniciaron tarde el tratamiento antiviral y 34% tenían otras enfermedades, como hipertensión arterial, obesidad y diabetes mellitus.
A su vez, los estados con más casos confirmados de influenza, del 1 de octubre pasado al 17 de marzo, son Ciudad de México, Estado de México, Hidalgo, Tlaxcala y Oaxaca, que suman 36% de los 5 mil 899 de los casos de contagios diagnosticados.
En las últimas cuatro semanas se ha observado un incremento en la circulación de influenza B y A-H3N2, aunque se mantiene el predominio del subtipo A-H1N1, con 78% en toda la temporada. De los casos diagnosticados, 52% corresponden a mujeres y los grupos de edad más afectados son los niños de nueve años y los mayores de 40 años.
La Secretaría de Salud recordó a la población los síntomas más comunes de la influenza, como fiebre superior a los 38 grados, tos, dolor de garganta, mucosidad nasal o nariz tapada, dolores musculares y corporales, dolores de cabeza, fatiga y algunas personas pueden tener vómitos y diarrea.
