El arzobispo Primado de México, Carlos Aguiar Retes, exhortó a los fieles católicos a reconocer responsabilidades ante la crisis por la pandemia del Covid-19.
Durante su homilía dominical, desde la Basílica de Guadalupe, aseguró que estas circunstancias adversas son una oportunidad de vivir una indispensable relación con su fe.
“Reconociendo nuestras cargas y fatigas, máxime ahora en esta crisis por la pandemia, nuestras limitaciones, nuestras fragilidades, nuestras responsabilidades y preocupaciones y acompañados por nuestra tierna madre María de Guadalupe, pidamos a su hijo Jesús nos ayude a ser mansos y humildes de corazón”, señaló el cardenal.
Aguiar Retes dijo que hay dos cualidades del ser, dos características de la persona que ayudarán a las personas a tener una mejor vida: la mansedumbre y la humildad de corazón y en ellas encontrarán siempre descanso.
“La mansedumbre es la cualidad de proceder de manera pacífica y tranquila, es una cualidad que facilita el buen trato de la persona a los demás. Facilita las relaciones humanas gratas y benévolas que propician confianza para un diálogo sincero, para abrir el corazón franco sin reservas ni secretos. Transmite paz y hace reposar el espíritu atribulado o angustiado ante cualquier situación de incertidumbre y de desafío estresante”, puntualizó el purpurado.
La segunda característica es ser humilde de corazón y es aquel que acepta su condición, “no es un servidor obligado o condicionado, sino uno que ha aceptado de manera libre, convencida, aceptar la misión que se le ha encomendado”, explicó.
El arzobispo señaló que los católicos deben ser mansos y humildes de corazón, servidores libres para entregar la vida en el amor.
Agregó que se debe testimoniar el amor de Dios Padre y entrar en la intimidad divina bajo la conducción del Espíritu Santo, y propiciar inmensa alegría a la comunidad eclesial, dijo, “un servidor así siempre es bien aceptado”.
Aguiar Retes invitó a los fieles a reconocer cargas, fatigas, limitaciones y responsabilidades y dar gracias, aun viendo la incertidumbre que generan los estragos de la pandemia.