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Es urgente atacar la pederastia en la Iglesia católica de manera contundente y atender cada caso con mayor celeridad, afirmó Alfonso Miranda Guardiola, secretario general de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM).
A pocos días de realizarse la cumbre sobre pederastia convocada por El Vaticano, Miranda Guardiola comentó en entrevista con EL UNIVERSAL que el Episcopado pedirá a la Santa Sede mayores facultades para intervenir en las diócesis y supervisar las investigaciones en casos de abuso sexual, puesto que actualmente le corresponde al obispo de la diócesis donde sucedió el ilícito iniciar las pesquisas.
Resaltó que este encuentro sobre pederastia —que se realizará del 21 al 24 de febrero— es “histórico”, pues es el primero en realizarse para abordar este tema; acudirán los presidentes de las conferencias episcopales de todo el mundo, donde presentarán sus informes sobre la situación que guarda este delito y las acciones para combatirlo.
Indicó que el presidente de la CEM, Rogelio Cabrera López, ha tenido varias reuniones con víctimas de abusos sexuales para escuchar sus casos y atenderlas; aseguró que este delito “avergüenza” a la Iglesia católica.
Ante la falta de datos sobre la pederastia clerical, el también obispo auxiliar de Monterrey resaltó que se trabaja en la elaboración de estadísticas sobre este delito. Refirió que un primer número para dar cuenta de este problema es que en nueve años han sido suspendidos 152 sacerdotes por cometer este delito, información difundida el pasado fin de semana por Rogelio Cabrera, presidente de la CEM.
Al reservar nombre y origen de estos sacerdotes, Alfonso Miranda rechaza que se esté “ocultando” información.
Organizaciones los señalan de ocultar los nombres de quienes cometieron pederastia, ¿qué opina?
—Normalmente los obispos cuando envían los casos a Roma, a través de la nunciatura, además de denunciar la investigación, realizan el trámite canónico correspondiente, así como el aviso al Ministerio Público del estado, nosotros como CEM no tenemos archivos diocesanos, eso le compete al Ministerio Público de la entidad y a la diócesis donde sucedan los delitos.
En cuanto a la difusión de información personal, eso atañe a la ley, y además son públicos en los ministerios en las entidades, esos, insisto, están ahí para que los ciudadanos los puedan pedir.
¿La falta de estadísticas de pederastia responde a un abandono de la Iglesia para atender este delito?
—Este problema eclesial-social ha ido poco a poco desarrollándose y como Iglesia hemos ido, también poco a poco, tomando conciencia y tomando la advertencia de la urgencia, la gravedad de estos casos que tenemos que atender.
En 2006 en México empezamos los primeros protocolos, fue la Arquidiócesis de México, pero la CEM en 2011 y 2012 empezó a trabajar en los protocolos que se aprobaron en el 2016 validados por la Santa Sede.
Sentimos el dolor de nuestros fieles que lamentan estas situaciones y esperan medidas contundentes, contra los que realizan estas infracciones contra los más pequeños y vulnerables, estamos, sí, por una parte con el dolor y la vergüenza, pero trabajando a nuestra máxima capacidad.