Debe considerarse como obligación del Estado aliviar el dolor de los pacientes en situación termina l, limitante o amenazante a la vida, y emplear en ello los medicamentos controlados indispensables, dijo el senador Miguel Ángel Mancera Espinosa (PRD).
"La muerte digna no es muerte rápida, no es eutanasia, ni suicidio asistido",
definió Mancera Espinosa.
El legislador, quien inició la reforma constitucional de cuidados paliativos, cuya minuta se estudia en la Cámara de Diputados, apoyó la realización en el Senado de un seminario en el que especialistas, autoridades y representantes de la sociedad deliberaron sobre esta materia, a fin aportar propuestas para la legislación secundaria correspondiente.
La senadora Nancy de la Sierra Arámburo (PT) pidió que los diputados, en primera instancia aprueben, con carácter urgente, la reforma constitucional que incluye los cuidados paliativos en el derecho a la salud de la población en México.
"Es importante que nuestros compañeros diputados --agregó-- contemplen en el próximo periodo de sesiones y en el ejercicio fiscal, el presupuesto necesario para brindar este tipo de atención médica dentro del Sector Salud".
Los esfuerzos en esta materia, expuso la legisladora De la Sierra Aramburo, son claro ejemplo de cómo los derechos a la dignidad y a la salud puedne ir de la mano para un a mayor protección al individuo.
"Al establecer que las personas tienen derecho a la salud con dignidad, estamos diciendo que no basta con que intentemos curar padecimientos, sino también debemos garantizar calidad en la atención médica, así como aliviar el sufrimiento del paciente y, por supuesto, de la familia".
El Instituto Belisario Domínguez sumó esfuerzos con la bancada del PRD, en el ejercicio de Parlamento Abierto sobre los Cuidados Paliativos, y por parte del PAN, el coordinador de esa bancada, Mauricio Kuri González, dijo que en el Sistema de Salud hay una crisis humanitaria, por las malas decisiones de planeación del gobierno federal, que afectan a millones de personas.