En su pluralidad ideológica y de disciplina, la es un espacio de libertad comprometido con la verdad, la Universidad da cabida a todas las voces e ideologías que han sabido ser críticas ahora y en los distintos momentos de nuestra historia, dijo el rector de la Universidad Nacional Autónoma de México, Enrique Graue.

Al encabezar la última sesión del año del Consejo Universitario, dijo que la UNAM es un motor educativo incontenible para propiciar el cambio y la movilidad social

Muestra de ello, es que de 2017 a 2021, la población estudiantil de licenciatura en esta casa de estudios se incrementó 11 por ciento, equivalente a 22 mil 384 alumnos, que sumados a los de bachillerato y hasta posgrado, dan una matrícula total de 366 mil 930 jóvene s, quienes en su mayoría provienen de núcleos familiares económicamente vulnerables.

“En la población de primer ingreso de licenciatura siete de cada diez -70 por ciento de nuestros estudiantes- proceden de hogares donde el ingreso familiar es igual o menor a cuatro salarios mínimos , y dos de cada diez -17 por ciento adicional- de hogares con ingreso familiar de entre cuatro y seis salarios mínimos”, aseguró el rector.

Ante el pleno, Graue Wiechers subrayó que se tendrá que seguir haciendo mucho más para actualizar en forma permanente "las misiones sustantivas a las que nos debemos y para ello regresaremos en 2022 con el espíritu fortalecido y con toda la pasión y compromiso propios de la Universidad de la nación”.

Señaló que en ejercicio de su autonomía y autorregulación, esta casa de estudios se ha transformado permanentemente y el Consejo Universitario ha sido actor primordial y comprometido con el cambio.

Reconoció la larga serie de modificaciones normativas que este órgano de gobierno ha actualizado, las cuatro nuevas escuelas y las 16 novedosas carreras que aprobó durante los últimos seis años y que han permitido incrementar la matrícula estudiantil en forma sostenida.

El rector también destacó que la sesión del Consejo se realizara de forma presencial —con las medidas sanitarias requeridas—, y con el gusto de un retorno gradual y progresivo a nuestra normalidad y quehaceres.

“Se trata de un retorno que se ha venido dando de manera paulatina en todas nuestras instalaciones y sectores y, si bien éste no ha resultado sencillo, sí ha sido un verdadero placer escuchar el entusiasmo de las y los jóvenes por su regreso a las aulas”, acotó.

Graue Wiechers expresó que concluimos este año, difícil para toda la comunidad, con un ánimo de esperanza; confió en que el temor y sufrimiento que nos ha dejado la pandemia queden definitivamente atrás y 2022 sea un año de restauración plena de nuestras actividades.

Enfatizó las enseñanzas obtenidas respecto a cómo cuidar nuestra salud física y mental; saber que podemos transformarnos y crecer con decisión, así como tener la convicción de la fuerza de la autonomía y de nuestra capacidad para resistir.

“Un factor muy importante es que sabemos que en medio de las dificultades podemos permanecer unidos y trabajar sin detenernos. Porque la UNAM nunca se detuvo, ni en los momentos más álgidos, y tampoco ha sido autocomplaciente con la situación sanitaria, social, política y económica de nuestra nación, ni ahora, ni en el pasado inmediato”, remarcó.

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kl

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