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La Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) continuará expulsando a personas relacionadas con las agresiones porriles a estudiantes del pasado 3 de septiembre, dijo el rector de la institución, Enrique Graue Wiechers. Mencionó que hasta el momento no se conoce al responsable de dichos actos.
“Seguiremos expulsando a quienes vayamos identificando. La identificación no siempre es inmediata pero, en los días siguientes probablemente salgan cuatro expulsados más, porque recientemente pudimos ubicar a estos agresores que llegaron a Ciudad Universitaria. Con ellos serían 39”, detalló Graue.
El académico espera “ver pronto resultados” de la investigación que lleva a cabo la Procuraduría General de Justicia de la Ciudad de México; pidió que no se hagan especulaciones y que para “conocer la verdad” se requiere esperar a lo que resuelvan las autoridades.
“Todavía no conocemos al responsable. No corresponde a la Rectoría ni a los universitarios las especulaciones políticas. Tenemos que conocer la verdad y eso debe resultar de las investigaciones de las instancias pertinentes, en este caso, de la procuraduría capitalina, que está llevando los casos”, comentó.
Los integrantes del consejo reclamaron que las autoridades universitarias y de la Ciudad de México han dejado preguntas sin responder sobre las agresiones contra estudiantes: “¿Quién estuvo detrás de los hechos?, ¿quién ordenó el ataque?, cuestionaron.
“Tenemos porros que fueron expulsados, pero la pregunta que sigue en el aire es quién los mandó, quién los paga, de dónde vinieron y por qué esa agresión a la Universidad. Esto no ha concluido, tanto el Gobierno de la Ciudad de México como otros se cerraron ante el tema. Necesitamos abrir la discusión”, cuestionó el consejero Manuel Otero.
“A la fecha, no hay respuesta a una pregunta en el ambiente: ‘¿Quiénes fueron los autores intelectuales?’. No fue un hecho aislado, sino un acto provocado que tiene el interés de desestabilizar a la institución, de generar un conflicto permanente de poder de cara a la próxima sucesión dentro de la UNAM”, reclamó Héctor Mayán.
Ricardo García Arteaga, quien participó en la elaboración del informe especial sobre los hechos, dijo que después de la investigación que elaboró la Comisión Especial de Seguridad no se pudo determinar quién convocó a los grupos porriles para que participaran en un supuesto intercambio de banderines, el mismo día que los estudiantes del Colegio de Ciencias y Humanidades (CCH) Azcapotzalco tenían programada una manifestación frente a la Torre de Rectoría.
“Hay preguntas que no han sido respondidas: ¿quién convocó de asuntos deportivos [Dirección General del Deporte Universitario] al intercambio de banderines [entre los grupos porriles]?, ¿por qué no hubo un seguimiento de la marcha por parte de Seguridad Pública de la Ciudad? Pedimos un informe de lo que estén investigando las autoridades universitarias”, pidió el consejero.
Integrantes del Sindicato de Trabajadores de la UNAM (STUNAM) plantearon que es necesario profesionalizar a los trabajadores de vigilancia y darles capacitación, así como herramientas “para inhibir, contener y prevenir ese tipo de hechos”.
Plan maestro de seguridad. La UNAM creará un “plan maestro” de seguridad para saber “qué tenemos que hacer y cómo podemos hacerlo”, dijo Graue Wiechers y agregó que a través de este plan se buscará rediseñar el sistema de vigilancia interna de dicha institución.
En la sesión de Consejo Universitario, el funcionario detalló que esta nueva estrategia buscará fortalecer a las comisiones locales de seguridad de las escuelas, facultades e institutos, de manera que tengan una mejor comunicación entre ellas y que se enlacen activamente con la Secretaría de Prevención, Atención y Seguridad Universitaria, no sólo con la comisión especial del consejo.
Como parte de este plan se encuentra el rediseño de la secretaría, la cual trabajará en los valores universitarios y en los entornos de los diferentes campus de la institución académica.
“El Plan Maestro de Seguridad nos indicará qué tenemos que hacer y cómo podemos hacerlo, para empezar a trabajar con los trabajadores administrativos. Necesitamos tener claro qué tipo de vigilancia queremos, cómo probamos que estamos funcionando bien para que este nuevo esquema nos funcione adecuadamente. No puede ser un diseño desdel escritorio, no de la STUNAM ni de Rectoría”, dijo.
