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Porfirio Muñoz Ledo ya era licenciado en Derecho e iba por el doctorado en Ciencia Política en la Universidad de París, cuando nació Carlos Urzúa Macías, y esta tarde gélida sus trayectorias se intersectan en un momento clave en los asuntos del Estado.
Carlos Urzúa Macías, sin ser de la casta hacendaria, llega a la Cámara de Diputados, como secretario de Hacienda y Crédito Público, a entregar el paquete económico. Sienta precedente con muchas explicaciones didácticas del tema, en el que, sin embargo, deja confusiones.
El paquete incluye los documentos de Criterios de Política Económica y el Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF) para 2019. Se trata de un volumen de papel que pesa más de cinco kilogramos, sin llegar a seis.
Porfirio Muñoz Ledo, como presidente de la Cámara de Diputados, encabeza la reunión. Son las 17: 07 horas. Carlos Urzúa Macías, a su izquierda, en el presídium del Salón Verde —con una parte de curules vacías—, luce más que tranquilo, de buen humor.
Con el Paquete Económico entre las manos —decorado con el color tezontle de la Cuarta Transformación y del partido Morena—, Urzúa expresa que hace entrega de los documentos.
Coloca el volumen sobre la mesa. Muñoz Ledo desliza el paquete para que quede acomodado frente a él. Dolido por una bronquitis, se sobrepone al malestar y formula un mensaje a manera de “recibo oficial”.
“Como todo lo que está pasando, este hecho es inédito”, y el contenido, dice, es indicativo del rumbo de la Cuarta Transformación.
Frío y quietud están en el ambiente del Salón Verde.
Con esa voz endurecida por la inflamación de los bronquios, Muñoz Ledo pide que en comisiones “se pongan muy rápidos a analizar la Ley de Ingresos, que aunque estamos en posadas, no es una piñata”.
Urzúa es un híbrido entre economista y político, pero también un consumado didacta, de lo cual hace gala al explicar en unos minutos el tema que lo ha traído a San Lázaro.
La ceremonia dura 10 minutos. Luego se abre un inesperado momento de didáctica y conferencia de prensa. Urzúa disfruta la vida. Explica de qué se trata la ley y el presupuesto, traduce al lenguaje común lo que es contable y presupuestal, pero hace un enredo de números.
El visitante se despide de Muñoz Ledo y de retirada va con una sonrisa franca. Ríe sin sombra. Es un hombre feliz.