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Luego de que el Ejército tomó Ciudad Universitaria , el entonces secretario de Gobernación, Luis Echeverría , dijo en conferencia de prensa que las instalaciones serían devueltas a los universitarios cuando ellos lo pidieran, ya que se encontraba libre de “agitadores”.
Sin embargo, anunció que si los disturbios por parte de los estudiantes continuaban, las fuerzas armadas tomarían también el Instituto Politécnico Nacional (IPN), la Escuela Nacional de Maestros (ENM) o Escuela Nacional de Agricultura de Chapingo el tiempo que fuera necesario.
Con motivo del 50 aniversario del movimiento estudiantil de 1968 que trajo como resultado múltiples marchas, mítines y los hechos en la Plaza de las Tres Culturas de Tlatelolco el 2 de octubre , EL UNIVERSAL abre su archivo histórico y hace un recuento del día a día.
“La fuerza pública saldrá de Ciudad Universitaria y está será entregada a las autoridades universitarias, inmediatamente después de que lo soliciten y lo autorice el Presidente Díaz Ordaz”, declaró Luis Echeverría y se leyó en la portada de EL UNIVERSAL un día como hoy de 1968.
Por otro lado el secretario de Defensa Nacional, Marcelino García Barragán informó que el Ejército debía actuar en caso de que de que los desórdenes estudiantiles continúen y por ello tomar posesión de cualquier centro educativo, ya sea en el Distrito Federal o en el interior de la República en referencia al IPN, ENM y la ENA.
“[El Ejército] no tiene ningún interés en conservar por tiempo indefinido las instalaciones universitarias y las entregará de inmediato a sus legítima autoridades tan pronto como lo soliciten y mientas que el presidente lo acepte”, dijo Marcelino García hace 50 años.
El titular de la Sedena informó que no había ningún detenido en el Campo Militar 1 y al ser cuestionado sobre lo el paradero de los 650 detenidos que hubo la noche de la toma de las instalaciones, el secretario indicó que todos fueron entregados a la policía del Distrito Federal y Jefatura de Policía, donde son interrogados por un grupo de agentes del Ministerio Público.
Explicó que en uno de los salones fue encontrada propaganda subversiva, decenas de bombas incendiarias “molotov”, botellas de cervezas y licor; vacías y llenas, además destacó el buen comportamiento de los detenidos ya que no entraron en conflicto con las fuerzas armadas y eso facilitó el desalojo.
El rector Barros Sierra se reunió en privado con algunos miembros del Consejo Universitario para analizar el giro que han tomado los acontecimientos y los directores de escuelas, facultades, institutos y oficinas administrativas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) le notifican al rector que dedicarán todo su empeño a la defensa moral y a la reconstrucción de su casa de estudios.
“Así como apelé a los universitarios para que se normalizara la vida de nuestra institución, hoy los exhorto a que asuman, dondequiera que se encuentren, la defensa moral de la Universidad Nacional Autónoma de México y a que no abandonen sus responsabilidades. La Universidad necesita ahora más que nunca de todos nosotros. La razón y la serenidad deben prevalecer sobre la intransigencia y la injusticia. La Universidad debe ser reconstruida, una vez más, porque es parte esencial de la nación. Los universitarios sabremos cumplir con este deber. Esperemos que los deplorables hechos que confrontamos no afecten irreparablemente la democracia en la República”, exhortó el entonces rector.
Por otro lado la Cámara Nacional de la Industria de Transformación (Canacintra), mostró apoyo al Presidente Díaz Ordaz por haber restablecido el orden en Ciudad Universitaria y en los demás centros educativos, terminando con las injustificadas y nocivas agitaciones, así lo expresó el presidente Nazario Ortiz Garza.
Por otro lado consideró que las peticiones de los universidades eran ilegales y por ello los mexicanos no las apoyaban, dijo que si en lugar de eso, hubieran pedido más universidades, ampliar centros educativos o creación de nuevos planteles para alojar a los jóvenes la Canacintra hubiera apoyado a los estudiantes.