Donald Trump no sólo podría perder la elección para un segundo periodo como presiden te de Estados Unidos, sino que en México puede dejar de ser dueño de los derechos sobre las marcas y logo con su nombre registradas ante el Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial (IMPI).
Archivos en poder de EL UNIVERSAL detallan que la marca “Trump” y “The Donald J Trump Signature Collection”, así como su logo, expiraron una en 2015 y otra desde septiembre pasado, por lo que, en caso de no renovarlos, perdería los derechos sobre estas marcas.
El expediente 1122230 detalla que la marca The Donald J Trump Signature Collection venció el 27 de septiembre de este año y que le otorgaba los derechos del nombre para su uso en servicios de hoteles, moteles, restaurantes, bares, cafés y en general, servicios para proveer alimentos y bebidas.
También lo facultaba para usarlo en vestimenta y calzado.
En el documento se detalla que el 27 de septiembre de 2010, el IMPI le entregó por medio de su representante en México, María Teresa Eljure Téllez, los derechos de marca, pero éstos expiraron 10 años después, es decir, el 27 de septiembre.
En tanto, para la marca “Trump” se presentó la solicitud el 2 de diciembre de 2005 y le fue otorgado el título el 16 de marzo de 2007 por un lapso de 10 años que venció el 2 de diciembre de 2015.
Donald Trump solicitó esta marca para usarla en hoteles, casas de retiro, renta de instalaciones para acampar, merenderos, albergues turísticos, guarderías, servicios de banquete, renta de sala de reuniones, pensiones infantiles, renta de sillas, mesas, mantelería, renta de construcciones transportables, servicios para proveer alimentos y bebidas.
Sin embargo, la marca “Trump” del todavía presidente de la Unión Americana no se destinaba sólo para el área de servicios y hospedaje, sino también para usarla en materiales de construcción, estructuras para techos, maderas y vidrios para construcción, pisos no metálicos, tabiques no metálicos, arcilla, grava, granito, cal, cemento, asfalto, tubos rígidos no metálicos, así como tubos para drenaje no metálicos, puertas no metálicas, entre otros materiales.
En cuanto a su logotipo, el magnate inmobiliario lo registró para comercializar muebles, sillas, ganchos para ropa, camas, muebles de oficina, e incluso, esculturas de marfil.
Dentro del expediente se encuentra una copia que Trump firmó el 14 de diciembre de 2005 para designar a siete abogados —Jaime Delgado Reyes, Arturo David Reyes Lomelín, José Jesús Ortiz López, Enrique Alberto Díaz Mucharraz, Roberto Salgado, Juan Carlos Suárez, Luis Leonardo Sánchez Herrera y a Guillermo Sosa Ruiz— como sus representantes ante el IMPI para que realizaran los trámites necesarios para obtener los derechos de su marca en México.
“Por el presente les otorgo poder general para pleitos y cobranza y los faculto para representarme en cualquier procedimiento contencioso-administrativo, judicial o de jurisdicción voluntaria con cualquier autoridad judicial o administrativa.
“En este acto también se les autoriza solicitar al Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial hacer cuanto fuere necesario ante las autoridades administrativas y judiciales de cualquier orden para el resguardo de mis intereses. Atentamente Donald J. Trump”, y arriba de esto, su firma.
El artículo 237 de la Ley Federal de Protección a la Propiedad Industrial señala que la renovación del registro de una marca deberá solicitarse por el titular, dentro de los seis meses anteriores al vencimiento de su vigencia.
Sin embargo, establece que el IMPI dará trámite a aquellas solicitudes que se presenten dentro de un plazo de seis meses posteriores a la terminación de la vigencia del registro.