San José. - El magnate comercial y ex presidente panameño Ricardo Martinelli Berrocal fue beneficiado con arresto domiciliario en Panamá , al cumplirse hoy dos años de su captura en Estados Unidos y uno de su repatriación en medio de un juicio en su contra por un escándalo de presunto espionaje político con escuchas telefónicas ejecutado durante su gestión presidencial , confirmaron fuentes oficiales.
Martinelli, quien fue presidente de Panamá de 2009 a 2014 y está involucrado en una serie de escándalos judiciales de presunta corrupción política cometida en su controversial quinquenio como empresario y dirigente partidist a, ingresó a su residencia en la capital panameña aproximadamente a las 06:40 horas de Panamá (mismo tiempo del centro de México), según los datos preliminares de su excarcelación.
El Órgano Judicial de Panamá aclaró que, a pesar de que el ex gobernante fue favorecido con la categoría de casa por cárcel, siempre mantendrá el impedimento de salida del país y de otras limitaciones judiciales, como parte del juicio que se desarrolla en un tribunal de la capital panameña.
El Ministerio Público de Panamá (Fiscalía) y la parte representante de las víctimas del supuesto espionaje anunciaron que apelarán la medida, en una audiencia prevista para el próximo viernes, por lo que un juicio en contra de Martinelli quedará suspendido a la espera de que se resuelvan las reclamaciones.
Martinelli, de 67 años y detenido en Miami, Florida, el 12 de junio de 2017, salió de la prisión de El Renacer, en el lado oeste capitalino y aledaña al sector del Canal de Panamá en el Océano Pacífico rumbo a su hogar.
El ex jefe de Estado arribó el 12 de junio de 2018 a Panamá en un vuelo privado al aeropuerto internacional de Tocumen, al este de la ciudad, y bajo custodia de alguaciles federales de Estados Unidos quedó a disposición de autoridades panameñas que le llevaron en helicóptero al penal de El Renacer.
De acuerdo con la información judicial oficial, el tribunal que enjuicia a Martinelli aplicó un artículo del Código Procesal Penal que establece que la detención “provisional” tampoco puede exceder un año, por lo que ordenó que el ex mandatario fuera trasladado, sometido a vigilancia policial, a su residencia. Marta Linares de Martinelli, esposa del ex presidente, quedó como “garante” de la permanencia de su marido en arresto domiciliario.
En declaraciones a medios panameños de prensa, Linares afirmó que la concesión del arresto domiciliario “es un avance, pero esperábamos país por cárcel”, lo que hubiera permitido a su esposo a movilizarse libremente dentro de territorio panameño. “Bueno, es un avance”, añadió la esposa.
Por su parte, el abogado panameño Alfredo Vallarino, defensor de Martinelli, dijo que “parcialmente hemos logrado algo” y reveló que la decisión del tribunal para conceder el arresto domiciliario fue unánime. “Estamos en un sistema nos permite operar mejor como defensa”, subrayó.
Sin embargo, algunas de las víctimas de las escuchas repudiaron el otorgamiento del arresto domiciliario. “Es una burla a la justicia, a las víctimas, al pueblo en general”, denunció Mitchell Doens, un político panameño que habría sido blanco de las operaciones de seguimiento de Martinelli durante su gestión presidencial.
“Para nosotros sí hay peligro de fuga”, alertó Balbina Herrera, una política panameña que también sufrido las escuchas.
Según los datos oficiales, Martinelli estará sujeto a una medida cautelar de depósito domiciliario, sin opción de salir sin autorización judicial, por lo que deberá entregar su pasaporte a las autoridades correspondientes en un plazo de 24 horas. Tampoco podrá conceder entrevistas o utilizar las redes sociales para emitir sus opiniones ni tendrá permitido estar en comunicación con víctimas y otras partes querellantes del proceso judicial.
Luego de casi un año de batalla judicial, la extradición del ex mandatario fue autorizada en junio de 2018 por el Departamento de Estado de EU, para que enfrente a la justicia de Panamá por los presuntos delitos de interceptación de comunicaciones sin autorización judicial; seguimiento, persecución y vigilancia sin autorización; peculado por malversación y peculado de uso.
Martinelli alegó reiteradamente que es inocente. La Fiscalía informó desde el retorno del ex presidente a Panamá que pedirá que sea condenado a 21 años de cárcel.
Por el caso de las escuchas telefónicas y otros que tiene en la justicia panameña, el ex presidente salió de Panamá desde enero de 2015 y se radicó en Miami.
Por hipertensión y otros problemas de salud, el multimillonario hombre de negocios fue trasladado varias veces en Panamá de la prisión a centros médicos de salud.
Martinelli fue uno de los ex presidentes centroamericanos encarcelados en los últimos años por presunta corrupción con recursos públicos. Todavía permanecen presos tres ex mandatarios de Centroamérica: los guatemaltecos Álvaro Colom (2008—2012) y Otto Pérez Molina (2012—2015), el salvadoreño Antonio Saca (2004—2009) y el hondureño Rafael Callejas (1990—1994).
El salvadoreño Mauricio Funes (2009—2014) huyó de El Salvador y logró asilo político en 2016 en Nicaragua, pero es perseguido por la justicia de su país con órdenes de captura por supuestos actos de corrupción con fondos estatales.