Durante el confinamiento a causa de la pandemia de Covid-19 , los tratantes hicieron uso de las redes sociales y otras plataformas en línea para reclutar nuevas víctimas de acuerdo con el reporte “Los efectos de la pandemia de Covid-19 en la trata de personas y las respuestas a los desafíos”, elaborado por la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC).
“Los tratantes han respondido al cierre de bares, clubes y salones de masaje (debido a confinamientos, toques de queda y otras medidas para controlar la propagación de Covid-19), trasladando la explotación sexual de adultos y niños a casas y apartamentos privados”, señala.
El estudio revela el impacto de la Covid-19 en las víctimas y sobrevivientes de trata de personas. También detalla que las y los tratantes se aprovecharon de la crisis para capitalizar la pérdida de ingresos y destaca que los niños y niñas son cada vez más el objetivo de tratantes que utilizan las redes sociales y otras plataformas en línea para reclutar nuevas víctimas, el 31% de los encuestados de ese estudio, informó que la explotación de las víctimas se ha trasladado a ese método.
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“Más importante aún, es que la pandemia ha agravado y puesto en primer plano las desigualdades económicas y sociales sistémicas que se encuentran entre las causas subyacentes de la trata de personas”, explicó Mario Cordero, Titular de los Programas de Crimen Organizado y Drogas.
Por su parte, el Especialista Técnico del Departamento contra la Delincuencia Organizada Trasnacional de la OEA, John Grajales, afirmó: “La trata de personas es un delito que se comete para obtener un beneficio económico, para nosotros es importante identificar los flujos financieros asociados a los delitos de trata y buscar quitarles los bienes a las organizaciones criminales asociadas a la trata de personas y utilizar estos bienes en la restitución de las víctimas.”
El reporte agrega que las víctimas de la trata, dadas sus condiciones de vida y de trabajo, se han enfrentado a un mayor riesgo de exposición al Covid-19. Las víctimas explotadas en ciertas industrias, como la industria del sexo, la construcción y la manufactura, enfrentaron desafíos para mantener la distancia social con otras víctimas y sus explotadores.
“Algunas víctimas no han podido acceder al equipo de protección personal (EPP), por ejemplo, máscaras y desinfectante de manos. Los encuestados y entrevistados señalaron que en algunas regiones y países las víctimas de trata, en particular las víctimas de trata con fines de explotación sexual, han sido culpadas de la propagación del Covid-19 en las comunidades locales. Esto ha generado problemas de ostracismo y reintegración”, refiere.
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Expone además que las víctimas de trata fueron abandonadas por sus tratantes al comienzo de la pandemia, ya que hubo una reducción en la demanda de su trabajo durante los confinamientos. Los tratantes que perdieron ganancias debido al cierre de fábricas, granjas o burdeles, sencillamente abandonaron a sus víctimas en las calles.
Además, algunas víctimas se han enfrentado al confinamiento en países y ciudades de destino en hogares privados, fábricas, sitios de construcción y otros lugares, con un mayor control y violencia por parte de sus tratantes.
El documento también señala algunas prácticas prometedoras que se han llevado a cabo en las Américas, tales como el fortalecimiento de redes de fiscalías especializadas en trata de personas y tráfico ilícito de migrantes que priorizaron la cooperación en línea con equipos de investigación durante la pandemia. Las reuniones virtuales permitieron un intercambio eficiente de información sobre casos relacionados con estos delitos.
maot