Mientras que colectivos feministas y de familiares de víctimas mantuvieron tomada la sede de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), en el Centro Histórico, el presidente Andrés Manuel López Obrador afirmó que este caso se ha convertido en un asunto político abrazado por los conservadores.

Al descartar el uso de la fuerza pública para recuperar las instalaciones de la CNDH, el Presidente dijo que la CNDH y la Secretaría de Gobernación (Segob) están abiertas al diálogo.

“Dialogo, sí, pero es otro tipo de situación; hay una demanda justa, pero ya se convirtió en un asunto político, abrazado por el conservadurismo”, apuntó.

Acusó en conferencia de prensa que los medios de comunicación han magnificado el caso para perjudicar a su gobierno, pero además, dijo, hay mucho encono y coraje contra la titular de la CNDH, Rosario Piedra Ibarra.

“Sobre todo de los grupos conservadores, por la mamá, por doña Rosario y por el hermano desaparecido. El conservadurismo no quería —el partido más conservador del Congreso, por consignas de quienes tienen diferencias con doña Rosario— que Piedra [Ibarra] quedara como presidenta de la comisión e hicieron todo [para que así fuera], porque es un asunto que viene de tiempo atrás”, argumentó el Presidente.

Para López Obrador hay una exageración en todo sentido, por lo que insistió en que este diferendo debe solucionarse de manera pacífica.

En tanto, los colectivos que tienen tomado el edificio sacaron ayer los papeles que se encontraban en el inmueble.

A las 17:00 horas, las manifestantes sacaron del edificio los documentos, entre los que hay información de víctimas, y los tiraron en el suelo para que personal del organismo se los llevara. Pasaron alrededor de tres horas para que los trabajadores de la CNDH llegaran y se llevaran los papeles en 20 cajas.

Yesenia Zamudio, madre de una mujer víctima de feminicidio y quien encabeza la toma de instalaciones, explicó que esos documentos fueron retirados del lugar porque “estorbaban” y les quitaban espacio para realizar sus actividades.

Desde el pasado domingo los colectivos feministas anunciaron que la sede principal de la CNDH, desde la que despachaba Piedra Ibarra, se convertiría en la “Casa de Refugio Ni una Menos México” para brindar atención sicológica y jurídica a perjudicados.

Este próximo jueves se cumplirá una semana desde que las incoformes tomaron las instalaciones de la CNDH en el Centro Histórico. Desde ese momento, decenas de víctimas se han acercado el lugar para dar a conocer sus casos y conseguir el apoyo de los grupos feministas.

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