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Toluca, Méx.— Cerca de 50 mujeres originarias de San Cristóbal Huichochitlán llevan una semana vendiendo las palmas tejidas que serán bendecidas este domingo. Margarita González lleva 20 años dedicada al tejido de esta planta que transforma en cruces, flores y otras figuras, con la esperanza de llevar dinero a casa.
En entrevista, cuenta que el oficio lo aprendió de sus cuñadas, y le ha dedicado gran parte de su vida. Este año se ubica en el Parque 18 de Marzo, en la capital mexiquense, a donde las mandó el municipio, aunque reconoce que poca gente llega hasta allá.
“No nos quedamos en San Cristóbal, porque allá toda la gente se dedica a la venta de lo mismo y es mucha competencia. Nos vamos a la capital o a la Ciudad de México porque podemos vender poquito extra”, explica.
Dice que el trabajo de palmas es “muy bendecido” porque no sólo es una actividad con la que puede llevar dinero a su casa, sino que al tratarse de figuras religiosas, “creo que Dios nos mira”.
Este año las figuras van de 10 a 20 pesos. “Hay gente que sí valora el trabajo y nos paga sin reclamar ni regatear”, indica.
Reconoce que las ventas se han reducido hasta 80%, pues la planta escasea y la paca pasó de 300 a 450 pesos.
“Tuvimos que elevar el precio porque de lo contrario no hay ganancias y entonces para qué venimos a sentarnos aquí, si no hay venta”, expresa Margarita.
Asegura que es una fortuna trabajar el tejido, porque además ha pasado el saber a sus hijas e hijos, que podrían dedicarse a ello cuando no haya otras opciones de empleo. Detalla que cada año menos mujeres se dedican a esta actividad, y cuenta que en la zona norte de Toluca, la mayoría aprendían desde niñas y hasta era un pretexto para reunirse, de modo que desde la bisabuela hasta las bisnietas participaban.