Luego de que el Senado aprobó la reforma a la Ley de Salud en la que se establecen modificaciones en los etiquetados frontales en alimentos procesados y bebidas, el sector industrial señaló que esta medida no es una solución real al problema de obesidad que aqueja en el país.
Enoch Castellanos, presidente de la Cámara Nacional de la Industria de la Transformación (Canacintra) aseguró que si bien este recurso es un buen primer esfuerzo, no es suficiente y que lo necesario es mejorar las políticas públicas en cuanto a la promoción de una vida saludable.
“Lo que se busca es combatir algunos padecimientos de la población en México, como diabetes y obesidad, pero también queremos que se proteja el libre albedrío de los consumidores, puesto que el alimento no te provoca un problema, sino la cantidad que ingieres”, explicó en entrevista con EL UNIVERSAL durante el foro Mejores alimentos e innovación: tendencias industriales para 2020, organizado por la Canacintra y el Consejo Nacional Agropecuario (CNA).
Añadió que esta nueva ley no puede pretender acabar con el problema si no hay primero una orientación a los ciudadanos para que aprendan a consumir con moderación los alimentos procesados.
Datos del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE) indican que 70% de los adultos en México padecen de sobrepeso u obesidad y el país ocupa el primer lugar mundial en obesidad infantil.
El empaquetado frontal en alimentos procesados ya se aplica en algunos países de Latinoamérica, donde la obesidad y los problemas de mala nutrición son padecimientos habituales entre la población.
Un caso particular ocurrió en Chile, donde esta medida se implementó hace cuatro años a manera de sellos, luego de que el gobierno lanzó la campaña Entre menos sellos es más sano, de acuerdo con el doctor Samuel Durán, originario de ese país y quien participó en el foro.
Dijo que a raíz del sistema de sellos, las empresas reformularon sus productos para tener la menor cantidad de ellos, lo que ayudado a reducir la ingesta de azúcar.
Bosco de la Vega, presidente del CNA, indicó que la industria agropecuaria está de acuerdo con el etiquetado y todas las propuestas para reducir la obesidad, siempre y cuando esas ideas se elaboren de manera razonable y no se castigue a los productores del campo, quienes, advierte, brindan la materia prima para la elaboración de los alimentos procesados.
“Es un tema de educación, de cultura física, de nutrición. Es, realmente informar al consumidor sin satanizar los alimentos ni importar etiquetados de otros países”, subrayó De la Vega.