A 14 días de que la Guardia Nacional (GN) cumpla cinco años, el 1 de julio, la institución ha sido superada por la Secretaría de la Defensa Nacional en materia de seguridad pública.
De acuerdo con estadísticas obtenidas por transparencia y con datos abiertos del gobierno federal, la Sedena es el cuerpo de seguridad que más ha destacado en decomisos de drogas y armas, así como en detenciones y destrucción de laboratorios clandestinos. Desde el 21 de julio del 2021, el presidente Andrés Manuel López Obrador dijo que a finales de 2023 la GN se consolidaría.
Incluso, expertos consideran que la GN carece de capacidad de investigación criminal. Son efectivos que se desplazan a distintas regiones del país para tratar de reducir la incidencia delictiva, pero bajo esquemas de presencia disuasiva.
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Del 1 de julio de 2019 a marzo de 2024, la Guardia Nacional registra 17 mil 901 renuncias a sus filas; de estas, 9 mil 179 corresponden a personal de la Sedena y de la Secretaría de Marina (Semar), mientras que 8 mil 722 son elementos que pasaron de la extinta Policía Federal.
La corporación ha asegurado 138 kilos de fentanilo, 720 tabletas de este opioide y 37 laboratorios clandestinos; decomisó 5 mil 940 armas cortas y largas, de acuerdo con la respuesta a una solicitud de información elaborada por EL UNIVERSAL.
En detenciones, de 2019 a 2022 reporta 26 mil 445, refieren cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
Datos abiertos de la Sedena, de 2019 a marzo de 2024, registran 8 mil 601 renuncias y el aseguramiento de 4 mil 185 kilos de fentanilo y 30 millones 911 mil 723 pastillas de esta sustancia.
En laboratorios clandestinos, las fuerzas castrenses tienen un registro —en ese periodo— de 2 mil 162 instalaciones aseguradas y el decomiso de 36 mil 793 armas cortas y largas. En detenciones en flagrancia delictiva documentan 44 mil 446.
El analista y consultor en seguridad David Saucedo expone que la Guardia Nacional es una institución carente de investigación criminal y destaca que sus elementos se desplazan a distintas regiones para tratar de reducir la incidencia delictiva, pero bajo esquemas de presencia disuasiva.
“Todavía la Guardia Nacional está en pañales, no tiene la capacidad para enfrentar a los grupos del crimen organizado”, asevera.
Añade que probablemente el primer criterio que se estableció fue el reclutamiento, agrandar lo más que se pudiera el número de efectivos, que a la fecha suman 132 mil 612.
El segundo criterio fue la construcción de cuarteles para presencia territorial, pero quedó debiendo la capacitación y formación del personal. “Evidentemente, adherido a esto no hay golpes de impacto de la GN en la contención del fenómeno criminal”.
El especialista sostiene que es una policía preventiva que realiza patrullajes y rondines, y se hace presente en los estados del país donde hay eventos delictivos de alto impacto.
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“Son como bomberos, llegan únicamente a hacer presencia, pero no efectúan la desarticulación de redes criminales. Las capturas que se han hecho de narcotraficantes de alto perfil, sicarios, líderes de cárteles no los ejecutó la GN, su porcentaje de detenciones es muy bajo.
“Por si fuera poco, la GN se ha visto involucrada en asesinatos extrajudiciales cometidos por los propios elementos en contra de civiles. ¿Qué es lo que tenemos? Una institución en formación que está adquiriendo la experiencia de combate al enemigo, en este caso al crimen organizado. Tardará un sexenio en tener capacidades de investigación policial”, refiere Saucedo.
El viernes pasado, el presidente Andrés Manuel López Obrador informó que había cinco elementos de la Guardia Nacional detenidos tras la investigación de un multihomicidio ocurrido el 9 de junio en León, Guanajuato.
Por otra parte, Saucedo considera que existe una confusión sobre todo por el mandato de la GN, pero para fines prácticos, la dependencia depende de la Sedena, más allá de lo que digan los ordenamientos legales, expone.
“Los comandantes de la GN en los estados son militares. En los hechos todos se reportan directamente con sus contrapartes de la Sedena, más de 90% son militares, entonces la GN es una institución de extracción castrense e incluso el propio comandante de la GN es un general, es decir, han querido tratar de hacer creer que se trata de una institución al mando de los civiles, pero es militar”, detalla.
El experto recuerda que la Guardia Nacional reemplazó a la Policía Federal, definida por el Jefe del Ejecutivo federal como un organismo corrupto y al servicio de los grupos criminales.
Abunda que en detenciones, aseguramientos y decomisos de armas, todas las actividades a las que está enfocada la Guardia Nacional, en las métricas que proporcionan están muy por debajo de la expectativa que se requiere.
Armando Rodríguez, especialista en seguridad nacional, manifiesta a su vez que no se ha logrado resolver el desajuste administrativo en cuanto a su pertenencia a alguna secretaría, porque la GN permanece en una especie de limbo administrativo. Subraya que otra cuestión negativa es que su formación militar evidentemente no le ha permitido establecer una doctrina de seguridad pública y tampoco desarrollar capacidades específicas para enfrentar al crimen organizado, que es una de sus funciones primordiales.
“Entonces, hay una deuda en términos de doctrina, de formación… para enfrentar fenómenos delictivos como el tráfico de drogas”, concluye Rodríguez.
