A la señora Lupita le mataron a su esposo, desaparecieron a uno de sus hijos y abusaron sexualmente de ella. Un grupo de sicarios de un cártel que opera en Coalcomán, Michoacán, llegó a su rancho en junio de 2021. Le dieron tres horas para huir, si no la matarían junto a sus otros tres hijos.
Logró llegar a Aguililla y de ahí, con el apoyo de activistas y religiosos, viajó a Tijuana.
Dejó atrás a sus muertos, pertenencias, casa, ganado, maquinaria y una camioneta.
Lupita es parte de los 22 mil michoacanos que en los últimos tres años han huido de la violencia que se registra en diversas regiones de Michoacán.
“La Tierra Caliente de Michoacán es territorio de los cárteles, del terrorismo, aunque no se quiera reconocer.
“Lo mismo se usan drones para arrojar bombas a la población civil que se secuestra a los más pobres a cambio de una bicicleta o un burro. Los sicarios asesinan, secuestran y violan.
En entrevista con EL UNIVERSAL, expuso que Michoacán es un estado sin ley, pues “la única que vale es la del más fuerte, la de los delincuentes, por el abandono del gobierno federal y del estatal, los cuales han dejado en el abandono a miles de michoacanos que están huyendo” hacia Estados Unidos y a ciudades fronterizas del país.
“Hay un estado de guerra, de terrorismo en Michoacán. Autoridades de Estados Unidos ya están considerando así a varios municipios, como Coalcomán y Aguililla, por el alto número de gente que está huyendo.
“El gobierno del [presidente de Estados Unidos] Joe Biden está documentando la violencia, las masacres que están ocurriendo ante la pasividad o complicidad del gobierno mexicano y de Michoacán”, agregó.
“La mitad ya cruzó a Estados Unidos y otro tanto está en espera de sus trámites de asilo en ciudades como Tijuana”, indicó.
Prueba de ello es el pueblo El Aguaje, municipio de Aguililla, en Michoacán, lugar donde, según el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), hay más de 2 mil 300 habitantes.
En realidad es un pueblo fantasma. No más de 200 personas siguen ahí, pues el resto huyó a Tijuana y a Estados Unidos luego de la incursión violenta de sicarios que un cártel de Jalisco mantiene en la región.
La lista del activista y religioso sigue. En Coalcomán, 5 mil desplazados, y en Barranca Seca había 5 mil personas, pero no quedó ninguna. Es un pueblo fantasma. Los rodearon, quemaron 30 mil hectáreas de pinos y quemaron el pueblo. En El Cajón también todos fueron desplazados.
“Sólo en una semana hubo 3 mil 500 desplazados del municipio de Tepalcatepec, por la violencia en esa zona de Tierra Caliente. Comunidades como Las Truchas, Colomos, El Bejuco, San Isidro, con 14 ranchos, quedaron prácticamente abandonadas por el temor a los cárteles que operan aquí”, mencionó.
“Esto ya no es una guerra entre cárteles o contra la población, es un terrorismo bien sistematizado en Tierra Caliente.
López Gerónimo agregó: “No hay presencia de la Guardia Nacional. El discurso de las [conferencias] mañaneras es pura mentira aquí.
“Eso de abrazos y no balazos es una babosada, es una falta de respeto para las familias que han sufrido masacres, violaciones. Que venga acá el presidente López Obrador y abrace a un sicario, a un delincuente que está tirando bombas a través de drones. Es una ofensa”, manifestó.
Lamentó que el Ejecutivo federal hable de darle asilo a los afganos que huyen de la guerra cuando con los michoacanos que están muriendo, que están huyendo de la violencia, se queda callado. “La gente está harta del olvido del gobierno federal y del gobierno de Silvano Aureoles. El gobernador de Michoacán anda buscando mochilas para acabar de robar lo que pueda.
Sobre las acusaciones entre Morena y el PRD sobre que la delincuencia fue la que definió las elecciones en Michoacán, dijo que “hubo una apuesta muy tremenda para que ganara el candidato Carlos Herrera, del PRD, un derroche millonario y así absolver a Silvano.
“En el momento que él pierde, su cártel también. Ahora Silvano se hace la víctima.
Argumentó que tras las elecciones, como perdió el candidato de Silvano, sus secuaces, un grupo delictivo, se han dedicado a incrementar robos, extorsiones, así como secuestros.
“En Apatzingán han secuestrado y robado bicicletas, motos y burros. Es una carta abierta para actuar para estos grupos delictivos. Han trozado la carretera hasta Coalcomán 16 veces y el gobierno del estado no hace nada, mucho menos el federal”, lamentó.
Reiteró que Michoacán vive un Estado de excepción, un Estado fallido, “con miles huyendo de la violencia, secuestros, violaciones de esposas, hijas. Aquí no pasa nada para el gobierno federal y el de Michoacán”.
Ayuda constante
Manifestó que desde la organización El Buen Samaritano están apoyando a este éxodo masivo. “Todos los que me piden asilo yo los anoto, pido todos sus datos, comunidades, motivo, para gestionar las cartas y que puedan pedir asilo en Estados Unidos”.
“Cartas de no antecedentes penales, con las organizaciones de derechos humanos y las vacunas contra el Covid-19, además de un cuestionario de migración que tiene un número para presentarse en una garita en la frontera, todo ello con un equipo de 35 abogados mexicanos y de Estados Unidos que nos están apoyando”, detalló.
“Hay 14 albergues o casas en toda la frontera para apoyar a los que huyen de Michoacán. En Rosarito, Tecate, Tijuana. De esos 22 mil michoacanos que han huido, por lo menos la mitad, es decir, unos 11 mil, ya están en Estados Unidos. De abril a la fecha hemos logrado que crucen al país del nortes unos 3 mil 500.
“En Estados Unidos ven a toda la gente que llega de está región como personas huyendo del terrorismo”, concluyó.
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