A partir de que entró en funciones la Guardia Nacional el 1 de julio de 2019, hasta abril de 2024, han renunciado 17 mil 901 agentes.
Actualmente, la Guardia Nacional (GN), creada por el presidente Andrés Manuel López Obrador para responder a la criminalidad en el país, cuenta con 132 mil elementos, de acuerdo con el último reporte de la institución.
En respuesta a una solicitud de información de EL UNIVERSAL, la corporación refiere que el año con mayor número de efectivos que dejaron sus filas fue 2022, con 13 mil 432; 2021 con 2 mil 755; 2023, con mil 408; 2020, con 223; 2024, con 81, y 2019, con sólo dos.
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Las estadísticas de la Guardia Nacional detallan que el número de uniformados que solicitaron su baja en este periodo, entre navales y militares, fue de 9 mil 179. En ese mismo lapso los elementos que pertenecieron a la entonces Policía Federal (PF) y que transitaron a la GN y que presentaron su renuncia fueron 8 mil 722.
Ven falta de estabilidad laboral
Jonathan Maza, director de Estrategia e Inteligencia en Stratop Risk Consulting, empresa especializada en control de riesgos políticos y de seguridad, expresa que se trata de un fenómeno y circunstancias que no tienen claridad en el desarrollo institucional de la corporación.
“Es decir, hubo un esfuerzo titánico para crearla… porque se tuvo que hacer de la noche a la mañana por una orden presidencial básicamente y tenía una fecha de entrega”, remarca el también académico de la Universidad de las Américas Puebla.
Agrega que, en marzo de 2019, se publican las reformas constitucionales, pero hay un vacío jurídico que todos sabemos, en el que la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) ya emitió sentencias.
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“Pero la inestabilidad profesional, la expectativa que pudieran tener los cuadros militares, la forma de adiestrar de manera clara a los elementos… todo un proyecto de vida y de carrera para los elementos, son parte de una de las vulnerabilidades más importantes y claras actualmente de la institución”, remarca.
El especialista en seguridad nacional e inteligencia estratégica precisa que tampoco hay una descripción certera en qué secretaría federal la GN va a permanecer, si con mando militar o mando civil: “Es el limbo jurídico y en la práctica es lo que no ha permitido su consolidación”.
Sostiene que es acertado que se pretenda adscribir la Guardia Nacional a la Sedena y eso daría una certeza también para la Secretaría de la Defensa Nacional, que ha aportado más elementos.
Por otro lado, les daría una estabilidad para el desarrollo institucional del reclutamiento, formación, adiestramiento de cuadros de guardias nacionales, a lo largo del tiempo.
Además, generaría como implicaciones que quienes opten por elegir una vocación profesional de ser guardias nacionales, tendrían claridad que van a tener las prestaciones y seguridad social que ofrece el Instituto de Seguridad Social para las Fuerzas Armadas Mexicanas.
“Expectativa salarial, seguridad para sus familias y no está consolidado… precisamente por todo este limbo en el que se encuentra la Guardia Nacional”, argumenta.
Por otra parte, dice que algunos son militares y marinos adscritos o prestados a la GN, es decir, fueron reclutados como soldados del Ejército o como marinos de la Armada de México y prestados.
“Hace unos días se dio a conocer que regresan más de 3 mil navales a la Secretaría de Marina [Semar], pero hay otras plazas, la secretaría va a dejar a personal que fue contratado en Marina para ser Guardia Nacional. En 2019 hubo personal que fue contratado por las secretarías para ser específicamente guardias nacionales”, asevera.
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Personal de la Guardia Nacional consultado por este diario y quienes omitieron su nombre, refieren que las renuncias de la Policía Federal obedecen a presiones de los altos mandos porque quieren terminar con el personal civil.
“Por ejemplo, a los que pertenecieron a la PF no les están pagando su salario como es el caso de elementos en Ixtlán del Río, Nayarit, donde los dieron de baja del servicio médico del ISSSTE”, refieren.
Con relación a la renuncia del personal que pertenece a la Semar o Sedena indican que se debe a la falta de capacitación, por ejemplo, en aplicar una infracción se requiere una motivación y fundamentos, en ocasiones les cuesta trabajo por el desconocimiento de las leyes y reglamentos y deriva en problemas con el Ministerio Público.
Comentan que algunos elementos de la Marina renunciaron y se fueron a trabajar a Canadá por tener problemas con el MP al presentar anomalías en los dictámenes técnicos al no integrar bien la carpeta de investigación.