Al menos 30 mil migrantes que han sido regresados a México desde Estados Unidos durante los últimos dos años —para que esperen en la frontera norte la resolución de sus solicitudes de asilo— han sido víctimas de abusos por parte de la policía mexicana e integrantes del crimen organizado, advierte un informe de la organización internacional Human Rights Watch (HRW).
Además, afirmó que estos migrantes retornados por las autoridades estadounidenses han sido abandonados por las autoridades mexicanas, porque no se les ha brindado protección, acceso a servicios médicos, empleo, buena alimentación y otros derechos, incumpliendo sus compromisos internacionales.
En su informe México: Abusos contra solicitantes de asilo en la frontera con Estados Unidos, la organización internacional señaló que de los 71 mil migrantes devueltos a México por lo menos 30 mil ya perdieron sus casos de asilo, pues algunos de ellos no pudieron seguir con sus trámites, luego de sufrir algún tipo de crimen en nuestro territorio.
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“Casi la mitad de los solicitantes de asilo en [el programa] Quédate en México perdieron sus casos después de faltar a sus audiencias migratorias en Estados Unidos. HRW habló con familias que no se presentaron a las citas en los tribunales porque habían sido secuestradas en México. Otras habían sido transportadas al sur del país por el gobierno mexicano y quedado a miles de kilómetros de donde estaba programada su audiencia”, destacó el informe.
El programa estadounidense Quédate en México entró en vigor a principios de 2019 y el gobierno se había comprometido a garantizar los derechos de la comunidad migrante; no obstante, HRW refutó que esto se esté cumpliendo, porque los extranjeros no cuentan ni siquiera con una identificación para demostrar su estatus jurídico y realizar trámites.
“Algunos solicitantes de asilo señalaron no haber podido abrir cuentas bancarias o recibir transferencias internacionales de dinero. Una migrante afirmó que en su familia han pasado hambre porque no pueden trabajar ni recibir transferencias. Varios no pudieron recibir tratamiento por graves condiciones de salud. Algunos niños habían estado varios meses sin ir a la escuela, incluso antes de la suspensión de clases por la pandemia”, señaló.
A su llegada a la Presidencia de Estados Unidos, Joe Biden anunció que suspendería el programa Quédate en México, por lo que HRW instó a que se repongan todos los procesos de asilo que fueron desechados “injustamente”.
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Por otra parte, en el informe se detalló que además de los 71 mil extranjeros devueltos con el protocolo Quédate en México, otros 400 mil migrantes fueron regresados desde marzo de 2020, incluso utilizando la pandemia como argumento, pero hasta ahora no se sabe si hay un plan para atender a toda esta gente.
Violencia en México
HRW entrevistó a 71 migrantes venezolanos, quienes relataron las extorsiones y los secuestros que viven en la frontera norte. De estas 71 personas, 16 dijeron que agentes de migración o policías los amenazaron con deportarlos e incluso asesinarlos si no pagaban un soborno. Otros 27 aseguraron que habían sido interceptados por grupos criminales, quienes los secuestraron o amenazaron con hacerlo si no les pagaban miles de dólares.
Aunque HRW consiguió testimonios de personas venezolanas, el director para las Américas de esta organización, José Miguel Vivanco, no dudó en señalar que el problema de la violencia y el abandono de los extranjeros en México es generalizado.
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“Decenas de miles de familias migrantes, incluyendo venezolanos que buscaban protección frente a la tortura, la persecución política y las detenciones arbitrarias han sido abandonadas por los gobiernos de Estados Unidos y México en un contexto en el cual sufren extorsión y violencia”, explicó Vivanco con motivo de este informe.
Para elaborar este informe HRW tuvo acercamientos con funcionarios públicos, abogados expertos en migración y organizaciones. De igual forma tuvo la posibilidad de contar con evidencia documental de los abusos cometidos contra esta población.
“Las peligrosas condiciones que enfrentan los solicitantes de asilo en el programa Quédate en México son injustificables. Mientras el gobierno de Joe Biden termina de revertir este programa abusivo, el gobierno mexicano debe asegurarse de que los solicitantes de asilo puedan permanecer de manera segura y acceder a servicios esenciales”, concluyó Vivanco.