La Huacana, Mich.— Desde hace ocho meses, habitantes de La Huacana, en Tierra Caliente de Michoacán, viven sitiados en dos frentes por el narco, sin que las autoridades, federal o estatal, intervengan.

A diferencia de Aguililla, ni la Guardia Nacional ni el Ejército mexicano han sido desplegados por el gobierno federal para tomar el control de esta zona en disputa entre el Cártel de Zicuirán, de Miguel Ángel Gallegos Godoy, alias Migueladas, aliado del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), los Pueblos Unidos y la Nueva Familia Michoacana.

Sólo hay elementos de la Policía Michoacán en la cabecera municipal y en retenes por la parte sur colindante con Ario de Rosales, Nuevo Urecho, Nueva Italia, Churumuco, Arteaga, Turicato, Apatzingán y Parácuaro.

Días después de las elecciones en junio de 2021, en las que se eligió nuevo gobernador, el grupo de autodefensa Pueblos Unidos, presuntamente ligado a Los Templarios, bloqueó la carretera Ario de Rosales-La Huacana, principal vía de comunicación entre ambos municipios.

Y desde entonces nadie —vehículos y personas— ha podido salir por esa vialidad, lo que ha provocado afectaciones económicas en la localidad considerada estratégica por su conexión al puerto de Lázaro Cárdenas.

Para salir del municipio y dirigirse Ario de Rosales, Salvador Escalante, Pátzcuaro y Morelia, los pobladores tienen que tomar la carretera que comunica a La Huacana con Nueva Italia, este último municipio controlado por células de Gallegos Godoy.

De acuerdo con los pobladores, que comentaron a condición de anonimato en un recorrido realizado por EL UNIVERSAL, esta situación ha asfixiado la actividad económica del pueblo y encarecido los alimentos, medicinas y transporte público.

Lo anterior, explicaron, porque las empresas distribuidoras invierten más tiempo y recursos en el traslado de productos y servicios al pueblo, gobernado por el Partido del Trabajo (PT), en alianza con el Movimiento Regeneración Nacional (Morena).

“Las empresas que vienen de Morelia a traer productos, dan la vuelta por Nueva Italia para llegar hasta a La Huacana, porque por en Ario de Rosales no están dejando pasar nada y así llevamos ya ocho meses sin que venga Ejército o la Guardia Nacional, sólo los vemos en Aguililla”, comentó un tendero.

Tres retenes de la Policía Michoacán vigilan el ingreso y salida de vehículos en la carretera Nueva Italia-La Huacana, única vialidad por la que se accede.

En tanto, en la cabecera municipal y las comunidades pegadas a Ario de Rosales los pobladores parecen resignados a este bloqueo que también ha ahuyentado el poco turismo que llegaba a este municipio, uno de los frentes de la guerra entre cárteles.

“Se había escuchado que ya iban a quitar el bloqueo, pero resultó que no fue cierto y seguimos sin poder pasar y ya va para el año”, comentó un taxista.

Las corridas de autobuses foráneos desde la Ciudad de México y Morelia siguen suspendidas, por lo que la pequeña terminal luce vacía; sólo hay transporte a Nueva Italia.

En su colindancia con Churumuco, La Huacana padece otro bloqueo por parte de una célula del grupo criminal Los Viagras, al mando de Gabino Barrera, que están en disputa con el Cártel de Zicuirán, aliado del Cártel Jalisco Nueva Generación.

Sufre La Huacana el asedio del narco
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