Expertos en política social confiaron en que la continuidad de Ariadna Montiel Reyes al frente de la Secretaría del Bienestar garantizará la profundización de los llamados programas sociales, política que en un periodo de 12 años podrá ser mejor evaluada para saber si funciona o no.
En entrevistas con EL UNIVERSAL, enfatizaron que esta segunda etapa de la Secretaría del Bienestar está en la asignación del presupuesto en los próximos años y la implementación de políticas para reducir la pobreza extrema y la desigualdad que aún persiste en el país.
Luis Alberto Vidrio, consultor de Integralia, pronosticó que en el sexenio de Claudia Sheinbaum viene la profundización de los programas sociales en cuanto a derechos, cobertura y los ingresos.
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Observó de manera acertada la continuidad de Ariadna Montiel como titular de la Secretaría del Bienestar, ya que en cada sexenio se cambian los encargados en las dependencias, quienes tienen sus propias ideologías, por lo que hay una oportunidad para evaluar la implementación de los 12 años de la Secretaría del Bienestar.
“Uno de los grandes problemas de México con los cambios de sexenio son los titulares de los programas, la ideología y los programas; ahora hay una oportunidad para darles continuidad. Se podrá analizar para ver qué tanto funcionan los programas al final de esta administración. Serán 12 años, podrá evaluarse la implementación.
“Sin embargo, uno de los retos que va a afrontar será la utilización de los recursos económicos. El presupuesto está en déficit, no creo que la austeridad republicana alcance para pagar en los próximos dos o tres años. Vamos a ver de dónde van a sacar los recursos; además, tiene la política de ampliar los programas”, pronosticó.
La pobreza extrema es un punto crucial al que no están llegando los programas sociales, ya que el problema es multifactorial y los apoyos no ofrecen a los beneficiarios herramientas para desarrollar habilidades.
Eduardo Bohórquez, director ejecutivo de Transparencia Mexicana, explicó que el mayor reto que enfrentará Montiel es el enfocar la política social, no sólo a reducir la pobreza, sino también las desigualdades.
Destacó que la decisión de dar continuidad a la política social del presidente Andrés López Obrador, mediante los programas sociales, no sólo se sustenta en el argumento del propio gobierno como buenos resultados en términos de la reducción de pobreza, sino especialmente en los efectos políticos y electorales que esta política ha tenido.
Subrayó el enorme reto de la desigualdad, que no se redujo, ya que la brecha entre los más ricos y los más pobres sigue siendo amplia, “seguimos siendo un país profundamente desigual”, afirmó.
