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Señor Director:
Este lunes se publicó en EL UNIVERSAL la columna “Guerras fronterizas: México, cómplice”, firmada por León Krauze. Al respecto, me permito respetuosamente señalar lo siguiente:
La complicidad a la que hace referencia Krauze no se sustenta en la evidencia empírica. El contraste entre los números de este año y el 2018 lo demuestran. El número de centroamericanos que, hasta la fecha, ha atravesado nuestro país en 2019 es más del doble de la cifra registrada en 2018 (756,563 y 335,705, respectivamente). Esto implicaría que un supuesto gobierno cómplice ha deliberadamente permitido un incremento del 125%, lo cual es un sustento ilógico. Es decir, la supuesta complicidad no se corrobora con estos datos.
Por otra parte, quizá podría argumentarse que el descenso de las personas migrantes aprehendidas por las autoridades estadounidenses tras las negociaciones de Washington D.C., una reducción cercana al 63% alcanzada en noventa días, es prueba de la supuesta complicidad.
Subrayo que el cambio en la tendencia es resultado de la aplicación de la legislación mexicana y del robustecimiento del Estado de derecho en México, particularmente en nuestra frontera sur, lo cual representa una tarea y obligación pendientes del Gobierno de México. La aplicación de las leyes mexicanas, cabe resaltar, ofrecen distintas opciones para las personas migrantes de acuerdo a su contextos específicos.
Nuestra estrategia en materia migratoria tampoco está basada en un aumento en el número de personas migrantes presentadas ante las autoridades mexicanas. Los datos muestran un descenso de esta cifra, entre principios de junio y septiembre del 70%.
Finalmente quisiera informar que los autores a los que hace referencia, Julie Hirschfeld Davis y Michael D. Shear, sustentan sus afirmaciones en fuentes anónimas. Lo anterior, en estrictos términos periodísticos y como usted sabe, resta credibilidad a lo dicho. Por el contrario, quien esto firma estuvo presente en las reuniones diplomáticas. Puedo asegurarle que la diferencia entre nuestras posiciones sobre migración es genuina y que el interés de esta Secretaría es la defensa de los derechos de nuestros connacionales y de las personas migrantes.
Quedo a sus órdenes para cualquier duda o aclaración adicional que estime necesaria.
Respuesta del columnista
Agradezco la respuesta de Roberto Velasco a mi columna del día de ayer sobre la colaboración de México en la estrategia punitiva del gobierno estadounidense contra los migrantes. Entiendo también la intención del señor Velasco de insistir en el papel reactivo de México en la crisis, pero los hechos desmienten esa versión. Aunque la crueldad con los migrantes centroamericanos no comenzó con el gobierno actual, las medidas sin precedentes avaladas por el presidente López Obrador como la colaboración en el polémico programa “Permanecer en México” y los operativos de detención en la frontera sur como el que ocurrió el fin de semana en Chiapas, que incluyó arengas nacionalistas y beligerantes que ya quisiera Trump, confirman una complicidad cuyos costos ya reclamará la historia. No es opinión mía: son los hechos.
Por otro lado, invito al señor Velasco a abrir pronto una conversación directa con Shear y Hirschfeld, autores del libro “Border Wars”. Estoy seguro de que ambos, corresponsales del New York Times con décadas de experiencia en Washington, apreciarán las lecciones periodísticas de la Cancillería mexicana.