De niña, al tiempo que escuchaba música clásica o a Cri-Cri, la presidenta del Instituto Nacional de las Mujeres (Inmujeres), Nadine Gasman Zylberman, se interesaba por la vida de la científica Marie Curie y de la filósofa francesa Simone de Beauvoir, porque dice que le interesaban los personajes que transgredían el status quo.
“A mí siempre me parecieron importantes los hombres y mujeres que tenían un impacto social en la vida. Obviamente, mi mamá y mi papá tuvieron un impacto importante, pero me interesaban aquellos personajes revolucionarios que traspasaban el status quo”, dice.
La funcionaria relata que siendo pequeña jugaba a ser maestra: “Me gustaba mucho bailar, escuchar música. En mi casa siempre había, porque mi mamá escuchaba música clásica porque era pianista, pero también me encantaba Cri-Cri, además de que escuchaba música en francés, porque mi mamá era francesa”, relata.
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Relata que en su mente y en su corazón habitaba el sueño de convertirse en una profesionista, trabajar y ayudar a los demás: “Siempre me interesó entender por qué había tanta injusticia, y quería luchar precisamente contra esto. Ha sido un camino de mucho trabajo que ha tenido esa guía de querer cambiar la situación de la población más desfavorecida y lo he hecho desde diferentes trincheras, desde médica, trabajar en Naciones Unidas, hacer salud pública y ahora presidenta de Inmujeres”, refiere.
Comenta que de los seis hasta los 17 años perteneció a una organización juvenil en la que convivía con niños de su edad con los que compartió paseos y aprendizajes: “Ahí aprendí mucho de organización, jugábamos, pero también nos enseñaban sobre diferentes temas, como educación sexual. Realmente fue una época bonita y muy formativa”, recuerda.
Gasman Zylberman reconoce que para llegar al cargo en el que se encuentra enfrentó muchas vicisitudes que con el tiempo aprendió a sortear, pero comenta que en estos tiempos las niñas viven un momento histórico porque existen muchas más posibilidades para las mujeres.
“Aún no estamos en un lugar en la historia en la que exista una completa igualdad. Cuando fui a la Facultad de Medicina éramos poquitas y hoy muchas mujeres pueden acceder a cualquier carrera. Hemos cambiado el mundo gracias a las que nos antecedieron y a nosotras que hemos estado en la lucha para que sea más de derechos humanos y de igualdad”, expresa.