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La vaquita marina que fue capturada el pasado 4 de noviembre falleció a consecuencia de un paro cardiaco, informó Rafael Pacchiano Alamán, secretario de Medio Ambiente y Recursos Naturales.
El titular de Semarnat detalló que los reportes preliminares sobre la vaquita marina han arrojado que el cetáceo falleció por un paro cardiaco, el cual no está relacionado con su captura, sino por su avanzada edad, por lo que se tomó la decisión de suspender la captura de más ejemplares para no poner en riesgo a la población de vaquitas marinas.
“Los resultados preliminares de manera extraoficial señalan que la vaquita murió por un paro cardiaco relacionado con la edad más que por el tema de mantenerla en cautiverio. Hemos tomado la decisión de no continuar con las capturas para no arriesgar ni comprometer a la población de la vaquita”, destacó.
El ejemplar era una hembra de avanzada edad, capturada el pasado 4 de noviembre como parte del programa Vaquita CPR (Conservación, Protección y Recuperación de la Vaquita Marina), mediante el cual se buscaba criar en un santuario a los cetáceos para intentar su reproducción en un ambiente alejado de las redes de pesca de totoaba, su principal causa de muerte.
Tras el deceso de este espécimen la Semarnat decidió suspender la captura. El Programa Vaquita CPR arrancó su fase de búsqueda el 10 de octubre y concluyó el 10 de noviembre. En ese periodo sólo se capturaron dos ejemplares, pero ninguno pudo ser retenido en el santuario.
El primer ejemplar fue una hembra muy joven que se liberó porque no pudo adaptarse a las instalaciones del santuario; la segunda captura fue de una hembra madura que no se encontraba ni en estado de gestación ni lactando. La vaquita fue liberada porque tampoco pudo adaptarse.
Para la puesta en marcha de este programa la Semarnat canalizó 3 millones de dólares; se instaló un santuario ubicado en San Felipe, Baja California, el cual posee tanto una parte terrestre como marina; la terrestre, denominada Vaquita Care Center, está conformada por laboratorios y oficinas donde los científicos bajarán toda la información registrada en las expediciones, y la marina donde se colocarían los ejemplares capturados.
La Armada de Estados Unidos prestó cuatro delfines nariz de botella que apoyaron en la búsqueda de la vaquita marina, que junto con un equipo internacional de expertos buscaron en las aguas del Alto Golfo de California al cetáceo endémico.
Pacchiano Alamán indicó que la Semarnat alista la instalación de granjas para la crianza de totoaba para combatir el tráfico ilegal de esta especie y contribuir a la recuperación de la vaquita marina, la cual se encuentra al borde de la extinción.
Detalló que la dependencia se encuentra trabajando en un proyecto para la instalación de granjas dedicadas a la crianza de totoabas para hacer un aprovechamiento sustentable de esta especie y combatir su tráfico ilegal. En una primera etapa estas granjas se establecerían en las comunidades pesqueras de San Felipe y Santa Clara en Baja California.
“Este proyecto lo presentaremos a principios del otro año, cómo generar un mercado legal de totoaba, que es la principal causa de muerte de la vaquita, para que se pueda abastecer la demanda actual pero criada en cautiverio”, dijo.