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Ricardo Raphael ha participado en el gremio periodístico desde varios flancos, pero cuando habla de su nuevo libro, Periodismo urgente. Manual de investigación 3.0 (Inai/Ariel), se escucha la voz del académico que por cinco años instó a jóvenes mexicanos a hacer reporteo como a él le gusta, “el que es tan sólido como un roble”.
El analista político y colaborador de EL UNIVERSAL publicó ese libro a finales de 2017 y aunque no lo dice explícitamente, se trata de una lucha contra la posverdad, la relatividad y las noticias falsas, fenómenos a los que culpa de haber puesto contra las cuerdas al periodismo.
“El método periodístico está en crisis. Las fake news, la crisis económica de los medios y los intereses que influyen en su editorial, todo eso está sometiendo al método periodístico, pero debemos recuperarlo”, dice.
En esa tarea incursiona Periodismo Urgente: se trata de un intento por recuperar las mejores prácticas periodísticas y fortalecer el músculo informativo. “Hacer periodismo, mucho periodismo, riguroso, sólido, imbatible. ¡Hacerlo con urgencia!”, dice una frase recuperada del texto.
El libro nació cuando el Instituto Nacional de Transparencia y Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (INAI) lo contactó para hacer una recopilación de las mejores investigaciones basadas en solicitudes de información, pero mientras el Ricardo Raphael avanzaba en su trabajo se dio cuenta que había algo más.
“Cuando estaba haciendo esta tarea en realidad me di cuenta que lo que tenía en la mano era un manual, un esfuerzo que permite ordenar cómo se elige un tema, cómo se discriminan las fuentes, cómo sistematizan la información, cómo hacer solicitudes de información, cómo corroboras, cómo confrontas, cómo verificas”, señala.
De esa manera surgió un texto al cual su mismo autor le ha puesto una meta alta: compartir un lugar con otros libros de periodistas como Vicente Leñero, con los que decenas de generaciones de estudiantes de periodismo se han formado. Y como fuera con sus publicaciones antecesoras, el esfuerzo del académico del Centro de Investigación y Docencias Económicas (CIDE) también incluye las herramientas de las que puede echar mano un reportero para realizar sus investigaciones; en este caso son herramientas digitales para buscar información y organizarla.
El académico seleccionó 12 piezas periodísticas y entrevistó a sus autores con la finalidad de desentrañar el método al cual se apegaron para realizar esas investigaciones que posteriormente fueron reconocidas con premios o cimbraron al país.
¿Cómo surgió la Casa Blanca de Enrique Peña Nieto? “Rafael Cabrera paseaba en el súper, vio a Angélica Rivera en una revista y ahí surge uno de los reportajes más impresionantes”, recuerda el autor, quien también toma el ejemplo de una investigación encabezada por David Aponte, actual director editorial de esta misma casa periodística.
“David Aponte ve en la televisión la teleserie El Equipo, donde se exaltaba a la Policía Federal y en ese esfuerzo por mirar se da cuenta de que había unos helicópteros que habían sido donados por Estados Unidos a México a través del plan Mérida. Lilia Saúl investiga y el resultado es que ese programa costó más de 118 millones pesos a la Secretaría de Seguridad Federal”, explica.
Fiel a su convicción de que no importa el contexto económico y social que vive el periodismo, Ricardo
Raphael confía en que sí es posible hacer el periodismo urgente del que habla: “Es muy interesante, porque justo en el momento donde el método del periodismo está en crisis, del otro lado observamos gran periodismo”.
Ante la violencia ejercida contra los periodistas que pudiera obstaculizar cualquier investigación de esta índole, el académico reflexiona que los hechos desenmascarados en los 12 ejemplos seleccionados para su libro era imposible estar manteniéndolos siempre ocultos, en algún momento debían salir a la luz a pesar de los riesgos existentes.
Periodismo Urgente es un manual que apela a la lectura de los profesionales del periodismo y quienes se están preparando en la academia, pero el ideal para su autor sería que fuera una lectura obligada para quienes no ejercen esa profesión o quienes no la estudian. Su argumento es sencillo: las bases del periodismo no sólo sirven para hacerlo, sino para erradicar la desinformación y aprender a distinguir entre noticias falsas y verdaderas.
“Durante mucho tiempo el método periodístico nos fue propio a los periodistas. Sin embargo, hoy es necesario que nuestras audiencias tengan criterios más finos para distinguir cuándo está ante una pieza periodística y cuándo está ante un invento”, apunta.
El internet ha impuesto ese reto. Las noticias falsas flotan por ese universo en el que también vive el periodismo urgente de Ricardo Raphael y del que echa mano, pues su propuesta aprovecha todas las herramientas digitales a su alcance.
“Yo te diría que es el momento propicio para hacer este tipo de periodismo. Incluso seguiría una frase de Richard Gingras, vicepresidente de Google: el periodismo se encuentra en su etapa de renacimiento; fue en ese momento histórico cuando surgieron las mejores pinturas, la mejor música y las mejores artes. Pues si ahora es el momento del renacimiento del periodismo, hay que hacer mejor periodismo”.