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La Universidad Autónoma del Estado de Morelos y la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo pagaron arreglos florales, regalos del Día de las Madres, decoración con globos, contratación de música y compra de alimentos con subsidios federales en 2015, según el auditor Superior de la Federación en su última revisión.
Estas instituciones se encuentran entre las universidades estatales que demandaron al gobierno federal una bolsa adicional de recursos por 4 mil millones de pesos para el pago de nómina y así continuar operando.
También pertenecen al grupo de universidades que en 2015 gastaron 448.9 millones de pesos en pagos no vinculados al objetivo del presupuesto como arreglos de flores, regalos del día de las madres, festejos, decoración con globos, contratación de música, equipos deportivos, arrendamiento de mobiliario y mantelería y construcción; estas anomalías también se presentaron en las universidades Autónoma de Chiapas, Autónoma de Guerrero y Autónoma de Nuevo León.
Las universidades de Michoacán y Morelos también incurrieron en pago de conceptos no autorizados por la SEP, como jubilaciones, comisionados sindicales, honorarios asimilables a salarios, servicios profesionales, alimentos y apoyo a sindicatos. En este rubro, el auditor sumó una bolsa por mil 56.9 millones de pesos en los que incurrieron las universidades Autónoma de Chiapas, Michoacana de San Nicolás de Hidalgo, Autónoma del Estado de Morelos y Autónoma de Nuevo León, lo que representa 15.3% del monto observado.
También incurrieron en el tema de pago de excedentes con prestaciones no ligadas al salario por mil millones de pesos, junto con la Universidad Autónoma de Sinaloa.
En el caso de Morelos, que es la que cuenta con los datos más específicos, hubo pagos excesivos de plazas no autorizadas por 277.3 millones de pesos y también esta institución tuvo pagos en exceso al monto autorizado por el rubro de servicios personales por 199.3 millones de pesos.
Michoacán incurrió en falta de documentación comprobatoria de los recursos que se le entregaron.
El órgano fiscalizador adscrito a la Cámara de Diputados presentó en febrero su Auditoría Especial del Gasto Federalizado sobre el programa U006 Subsidios Federales para Organismos Descentralizados Estatales para el ejercicio 2015.
Los recursos del programa son el principal medio de financiamiento de las universidades públicas estatales del país; su objetivo es ampliar la cobertura y cubrir la demanda de educación superior en sus estados.
Este año, el auditor también presentó su análisis sobre las irregularidades en que incurrieron ocho instituciones de educación superior que recibieron recursos como parte del programa 0081 de Apoyos para el Saneamiento Financiero y la Atención a Problemas Estructurales de las UPES.
Encontró irregularidades por 211 millones 21 mil 600 pesos en las universidades autónomas de Chiapas, Guerrero, Morelos, Sinaloa y Nuevo León, en la Michoacana de San Nicolás de Hidalgo y en el Instituto Tecnológico de Sonora.
Las irregularidades están relacionadas con la falta de documentación para comprobar el gasto, pagos no vinculados con el objeto del convenio, recursos devengados sin sustento y no devengados, así como el cobro de intereses que no se proporcionó evidencia de haber aplicado.
Imanol Ordorika, investigador de la UNAM, señaló que no se deben realizar análisis “simplistas” sobre el pago de algunos elementos, como los regalos por el Día de las Madres o incluso aportaciones para el Día del Niño, puesto que en ocasiones estos se derivan de los contratos colectivos de trabajo con los sindicatos.
Señaló que no se debe pensar que las universidades se encuentran en crisis por prestaciones sindicales que tienen años llevándose y destacó que el tema central es la caída de los presupuestos otorgados a las universidades, puesto que los fondos destinados a la educación pública han sido insuficientes durante muchos años.
Reclamó que el subsecretario de Educación Superior, Salvador Jara, ex rector de la Universidad Nicolaíta de Michoacán, “quién es completamente corresponsable de la situación de la universidad, ahora se ubica como subsecretario para lanzar una campaña de desprestigio contra las universidades públicas”.
Ángel Díaz Barriga, también de la UNAM, señaló que desde su experiencia, las universidades están sometidas a una sobrerregulación por parte del auditor federal y se les da el mismo tratamiento que a secretarías de Estado, que tienen una dinámica distinta a la universitaria.
Coincidió con Imanol Ordorika en que muchos de estos gastos de las universidades provienen de las negociaciones con los sindicatos y están establecidos en contratos colectivos firmados hace muchos años.
“En cada negociación que se hace con los sindicatos, lo que los rectores buscan es evitar que se llegue a una huelga. Entonces, puede que algún rector en algún momento haya firmado que para el Día de las Madres, Rectoría entrega 10 mil regalos al sindicato para que éste los rife; cuando llega el 10 de mayo, el rector está entre la espada y la pared porque o cumple con el contrato colectivo o empieza a tener conflictos”, señaló.