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El 23 de agosto de hace 50 años, los estudiantes y profesores de la Universidad Nacional Autónoma de México ( UNAM ), del Instituto Politécnico Nacional ( IPN ), entre otras escuelas, respondieron al gobierno que habría diálogo pero sólo si se realizaba en un lugar que pudiera albergar a 350 representantes , que fuera completamente público y anunciaron una manifestación que culminaría en el Zócalo el 27 de agosto.
Como parte de la conmemoración del 50 aniversario del inicio de los movimientos estudiantiles y los trágicos hechos ocurridos en la Plaza de las Tres culturas en Tlatelolco, el 2 de octubre de 1968, EL UNIVERSAL recoge de su archivo histórico las publicaciones del día a día, que narran el desarrollo de estos acontecimientos.
En respuesta al gobierno federal, los integrantes del movimiento estudiantil dieron a conocer su postura ante el comunicado que emitió el entonces secretario de Gobernación, Luis Echeverría Álvarez en el que llamaba a los estudiantes a pacificar el país, además, ofrecía ayudar a que los jóvenes retomaran clases y se modificara el calendario escolar para realizar exámenes finales para que no perdieran el año.
Por ello en una serie de asambleas, los estudiantes involucrados en el movimiento estudiantil acordaron hablar con el gobierno siempre y cuando un representante de cada escuela estuviera presente y la reunión se diera en un foro en el cuál las 350 estimadas pudieran emitir sus peticiones. Una de las condiciones principales era que el diálogo fuera en público.
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Sin embargo, aclararon que pese a esa negociación con las autoridades, no se iba a descartar la marcha que ya se había anunciado para el 27 de agosto.
Entre las peticiones que harían al gobierno en el diálogo franco y sereno, estaría el cumplimiento del pliego petitorio, pero sobre todo que se analizaran los casos en los que la policía había intervenido en las escuelas públicas, había hecho destrozos y detenciones .
En la misma asamblea hablaron del caso de Guillermo Domínguez Viveros , quien había sido detenido en un mitin en la Plaza de la Constitución el 22 de agosto de 1968, cuando junto con su esposa e hijos pedía la “moralización de la policía”.
mpb
