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El trabajo infantil es una violación a los derechos humanos de los niños y merece acciones correctivas del ámbito penal, al derivar incluso en una de las peores formas de explotación, que es la trata de personas , reconoció Alfonso Navarrete Prida, secretario del Trabajo y Previsión Social (STPS).
En un foro internacional sobre este fenómeno realizado en Sevilla, España, el funcionario dijo que en muchos casos el empleo de menores escapa del ámbito laboral y pasa a la esfera de lo penal.
“No es un tema de convencionalismo, ni sujeto a negociación, ni de manejo de buenas prácticas laborales; es un asunto concreto de violación de derechos humanos, de la degradación de un ser humano frente a otro, que merece que la sociedad imponga medidas correctivas específicas, fundamentalmente en materia penal y de privación de la libertad”, dijo el funcionario.
Navarrete Prida, quien participó en el “Foro España-Américas: El Rol de la Sociedad Civil en la Erradicación Sostenida del Trabajo Infantil y la Protección del Adolescente Trabajador”, señaló que en donde hay pobreza existen niños y niñas realizando actividades laborales, problema que conlleva, al mismo tiempo, una comunión indisoluble entre posibilidades de acceso a la educación y niveles de escolaridad.
Observó que, como fenómeno estructural de desigualdad, el trabajo de menores golpea más fuerte a grupos vulnerables, empezando precisamente por niños y pasando luego por género, etnia y religión, posición socioeconómica de la familia y por perspectivas de desarrollo.
El titular de la STPS rechazó que los niños que trabajan aporten cualitativamente un beneficio a la familia y que, por el contrario, deterioran las posibilidades de permeabilidad social de la familia a inserción comunitaria, además de destrozar historias personales de éxito de menores de edad.
Navarrete Prida destacó el “Marco Acelerador de Políticas” cómo una herramienta que propone nuevas formas dirigidas a terminar con el trabajo infantil Entre estas, están el diseño de estudios específicos, la generación de conocimientos, la integración de programas, con un enfoque de resultados, a efecto de materializar los planes orientados a combatir el trabajo infantil y asegurar el pleno ejercicio de los derechos de los niños, niñas y adolescentes de la región.
Indicó que este instrumento está enfocado a maximizar los servicios de los sistemas de protección social y de educación en la prevención y erradicación del trabajo infantil ya existentes, para prevenir y erradicar el trabajo infantil bajo la articulación de los Ministerios de Empleo de cada país y la coordinación de la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
“Por un lado, promueve un mayor énfasis en el enfoque preventivo, orientado a la interrupción de la trayectoria de trabajo infantil, para acompañar a la primera generación libre de trabajo infantil. Asimismo, continúa trabajando en el enfoque de protección para el retiro y restablecimiento de derechos”, explicó.