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En los últimos cinco años 21 extranjeros han fallecido en instalaciones del Instituto Nacional de Migración (INM) localizadas en diversas partes del país, por causas que van desde suicidios en áreas de alojamiento, accidentes en áreas de juego, hasta muertes por problemas como diabetes, renales y del corazón.

El pasado martes, Gabriel González Cabrera, un migrante guatemalteco de 22 años, murió en un puesto de control del Instituto Nacional de Migración (INM), en el tramo Tapachula-Huehuetán, en la frontera sur, en una situación aún no aclarada.

En respuesta a una solicitud de información hecha por EL UNIVERSAL, el INM detalló que de las 21 muertes en sus instalaciones, la mayoría fueron de migrantes provenientes de Centroamérica: seis fallecimientos de ciudadanos de El Salvador; cinco de Honduras: tres de Guatemala y dos nicaragüenses. También se registran muertes de personas originarias de Rusia, Polonia, España, Ecuador y Burkina.

En el oficio INM/DGCVM/ DEM/658/2018, la Dirección General de Control y Verificación Migratoria del INM detalló que la mayoría de los decesos de los extranjeros fueron por motivos relacionados con problemas de salud como diabetes mellitus, paros respiratorios y afecciones del riñón; en tanto que desde 2015 a la fecha se contabilizan también suicidios por ahorcamiento.

El documento indica que las estaciones migratorias de Chiapas es donde hay mayor número de muertes de extranjeros, al sumar seis fallecimientos en las instalaciones de Tapachula y una en Comitán; en Tijuana, Baja California, suman tres, y en la Ciudad de México se contabilizan tres.

En la solicitud con folio 0411100072919 se detalla que una de estas muertes ocurrió el 10 de mayo de 2016, cuando un hombre de origen salvadoreño, de 32 años, cayó de un poste de un tablero de basquetbol en la estación migratoria de Tapachula, Chiapas.

Otro fallecimiento documentado ocurrió el 17 de noviembre de 2018, cuando un migrante español de 65 años sufrió un infarto agudo al miocardio, ya que padecía diabetes y estaba alojado en el Hospital de Jesús de la Misericordia, en la Ciudad de México.

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