El uso constante de dispositivos móviles y computadoras , acompañado de estrés y malos hábitos alimenticios son factores de riesgo para desarrollar síndrome de ojo seco que es la ausencia de lágrimas que provocan ardor, comezón y sequedad .
A estos síntomas se suman la visión borrosa, la sensación de un cuerpo extraño en los ojos y sensibilidad a la luz.
Este síndrome se clasifica en tres categorías: leve, moderado y severo. El tratamiento tópico de elección son los sustitutos de lágrimas artificiales, dependiendo de las causas que provoquen este padecimiento.
Existen diversos tipos de lágrimas artificiales pero la Academia Americana de Oftalmología recomienda usar tratamientos que contengan sustancias parecidas a las lágrimas que produce el ojo humano.
También se aconseja el uso de anteojos que ayuden a conservar la humedad ocular, consumir aceite de pescado y otros medicamentos.