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Por su forma de vestir, arreglo personal, peso, estatura, creencias religiosas y la edad, una de cada cinco personas han sido discriminadas en el último año, fenómeno que, de acuerdo con Alexandra Haas Paciuc, presidenta del Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred) afecta más a las mujeres jóvenes y a las personas jóvenes indígenas que hablan su lengua.

La funcionaria participó en el Cuarto de Paz Jóvenes y Discriminación. Presentación de la Encuesta Nacional sobre Discriminación (Enadis) 2017, en la que se destaca que 20.2% de la población de 18 años y más declaró haber sido discriminada en el último año por alguna característica o condición personal, tono de piel, manera de hablar, forma de vestir o arreglo personal, clase social, lugar donde vive, sexo, orientación sexual, etc.

Otra de las cifras significativas muestra como la acumulación de factores eleva el porcentaje de discriminación; 24% de los jóvenes que pertenecen a una población indígena mencionaron haber sido discriminados, 4% más que el promedio nacional. Si a esas características se le agrega que la persona profese alguna religión diferente, el porcentaje sube a 34%, si es hombre se eleva a 40%, pero si es mujer y además presenta alguna discapacidad, el porcentaje aumenta a 51.7%.

Haas Paciuc indicó que el evento realizado por el Conapred y la Biblioteca Vasconcelos “busca destacar que la discriminación que viven las personas jóvenes en nuestro país es alarmante, tienen un bono demográfico que llevamos presumiendo por muchos años, con ganas de estudiar y contribuir a nuestro país, y los recibimos con una serie de prejuicios y estereotipos acerca de quiénes son, qué pueden hacer”, puesto que seis de cada 10 personas considera que los jóvenes son irresponsables.

En la encuesta se muestra que 32% de los jóvenes señalan haber sido discriminados por su edad al menos una vez en los últimos cinco años; de las personas entre 15 y 24 años, 98% saben leer y escribir, pero sólo 46% asisten a la escuela, y nueve de cada 10 jóvenes entre 18 y 29 años, que no tienen acceso ni al trabajo ni a la educación son mujeres.

“La discriminación y las brechas de desigualdad desde luego afectan más a las mujeres jóvenes, a las personas jóvenes indígenas que hablan su lengua, es distinto lo que viven quienes habitan en zonas rurales que en regiones urbanas. Las oportunidades laborales son otras”, reiteró la titular de Conapred.

Hass Paciuc dijo que una de las cuestiones que más les preocupa es que aunque en la sociedad hay un discurso muy favorable hacia la juventud y se cree que es un momento importante para ese sector, eso hace pensar que están en una mejor situación de la que en realidad viven.

En el acto se escucharon casos de jóvenes que han sido estigmatizados por tener tatuajes, por ser de la comunidad lésbico, gay, bisexual, transgénero, travesti, transexual e intersexual, así como desafíos que han tenido que enfrentar vinculados con el ingreso a las universidades.

Algunos de los jóvenes dieron sus testimonios, los cuales ejemplifican los datos que arrojó la Enadis 2017, como el caso de Evelyn, quien afirmó que ha sentido que la gente “me mira raro cuando voy en bolita con mis amigos”, y de acuerdo con la encuesta, 40% de la población cree que se justifica llamar a la policía cuando hay jóvenes reunidos en una esquina.

Daniel Goldin, director general de la Biblioteca Vasconcelos, dijo que es importante que se opine de las cosas no por un “yo creo”, sino con datos, y por eso es valioso realizar encuestas como la Enadis, que permite fijar una postura con base en los hechos.

Recordó que hay muchos jóvenes en el país que son discriminados, a pesar de que representan un sector fundamental de la población, pero al mismo tiempo también algunos de ellos incurren en esa actitud y es necesario erradicar este tipo de conductas.

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