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La Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) otorgó el permiso de impacto ambiental para la construcción del aeropuerto de Santa Lucía, el cual está sujeto a una serie de condiciones y contará con una vigencia de 50 años para su operación.
A través de su portal de Consulta de Tramites, la dependencia publicó dicho resolutivo para la construcción de la terminal aérea, en el cual señala que el proyecto es “ambientalmente viable”, aunque la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) deberá cumplir con 16 condiciones, entre las que destacan la presentación de programas para la conservación de flora y fauna, el uso sustentable del agua, así como un plan para la reforestación y restauración de suelo, la implementación de medidas de mitigación de gases de efecto invernadero, una estrategia para el manejo de residuos, tanto urbanos como peligrosos, y el control del ruido de las aeronaves.
“Esta Dirección General de Impacto y Riesgo Ambiental, en el ejercicio de sus atribuciones, con sustento en las disposiciones, ordenamientos invocados y dada su aplicación en este caso, para este proyecto, objeto de la evaluación que se dictamina con este instrumento, determina que es ambientalmente viable y, por lo tanto, ha resuelto autorizarlo de manera condicionada”, precisó la Semarnat.
Las acciones y programas para mitigar los impactos deberán ser presentados a un supervisor ambiental, que evaluará la operación de estos mecanismos de forma autónoma. La secretaría sugirió que este supervisor sea “preferentemente” una institución de educación superior o de investigación, la cual será acreditada por 30 años.
En tanto, la Sedena conformará un Comité de Vigilancia Ambiental, cuya estructura estará integrada por instituciones académicas, gobiernos del estado y municipales, así como por la Dirección General de Impacto y Riesgo Ambiental de la Semarnat.
Para vigilar el cumplimiento de las medidas dictadas por la dependencia encabezada por Víctor Toledo Manzur, la Sedena presentará un informe anual, en la que acredite la aplicación de las medidas establecidas.
El documento indica que el proyecto denominado “Construcción de un aeropuerto mixto civil/militar con capacidad internacional en la Base Aérea Militar 1 (Santa Lucía, Estado de México), su interconexión con el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM) y reubicación de instalaciones militares” tendrá una vigencia de 33 años para llevar a cabo las etapas de preparación de sitio y construcción de las obras del proyecto, las cuales estarán divididas en cuatro fases, así como una vigencia de 50 años para “la operación y mantenimiento prorrogables conforme a la revaloración del plan maestro vigente”.
En cuanto al Programa de Uso Sustentable, la Semarnat pidió a la Sedena incluir una red de captación y manejo de aguas pluviales, al igual que la operación de las seis plantas de tratamiento de aguas residuales que propuso en la Manifestación de Impacto Ambiental. También estableció que se debe contar con la infraestructura para garantizar la disponibilidad de este recurso hídrico.
El aeropuerto de Santa Lucía se ubicará en el manto acuífero Cuautitlán-Pachuca, el cual se encuentra sobreexplotado y no se autorizan nuevas perforaciones ni incrementos en los volúmenes de extracción de los pozos existentes; sin embargo, la Secretaría de Defensa Nacional argumentó que la construcción de esta obra contempla para cada una de las etapas una fuente de abastecimiento sustentable “que no involucra consumo adicional del acuífero, a fin de no modificar la extracción destinada para uso público y urbano”.
Por su parte, la Semarnat resolvió: “No se verá comprometida la capacidad hídrica de la zona para el abastecimiento, tanto del proyecto como de las comunidades cercanas al mismo”.
El pasado 17 de julio, la dependencia emitió el Resolutivo de Impacto Ambiental y al día siguiente lo notificó a la Sedena. El proyecto se ubica en los municipios de Zumpango y Tecámac, en el Estado de México.