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En 2017, los ingresos de los 10 mexicanos más ricos equivalieron a los de 60 millones de personas , señaló el rector de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Enrique Graue Wiechers .
Agregó que el número de multimillonarios en México no ha crecido significativamente pero el tamaño de sus fortunas, sí. Mientras que en 2012 la riqueza de los cuatro mexicanos más acaudalados representaba 2% del Producto Interno Bruto (PIB), para 2014 estos mismos mexicanos tenían 9% del PIB nacional.
“La
riqueza
de los diez mexicanos más ricos del 2017 equivalía a la riqueza total del 50% más pobre del país. Estamos hablando de que 10 personas tienen lo mismo que 60 millones de mexicanos. El número de multimillonarios en México no ha crecido significativamente pero el tamaño de sus fortunas, sí”.
Al participar en la presentación del estudio “La ineficiencia de la desigualdad” que elaboró la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), el rector señaló que “no es posible” que continúe en el país la “lacerante desigualdad que tanto nos daña y lastima nuestro futuro” .
“El problema no son los ricos sino los pobres y lo que la pobreza genera puesto que al crecer la pobreza y las brechas de la desigualdad acrecentarse, las oportunidades escasean, la desesperanza crece, se generan tensiones sociales y de inseguridad. La cultura del privilegio entre los pudientes alimenta la corrupción y las carencias de los satisfactores sociales conllevan un deterioro ambiental”, agregó.
En el auditorio “Maestro Jesús Silva Herzog” de la Facultad de Economía Alicia Bárcena explicó que el documento propone una nueva generación de políticas fiscales con énfasis en el gasto público, pero sobre todo, en el combate a la evasión fiscal y los fondos ilícitos.
“Se trata de igualar para crecer, porque la desigualdad es injusta, ineficiente e insostenible, y genera instituciones que no promueven la productividad y la innovación; porque castiga la pertenencia de clase, etnia, género, y lleva a su máxima consecuencia la cultura del privilegio que naturaliza las desigualdades, lo que es inaceptable”
, aseveró.
Es necesario, prosiguió Bárcena , eliminar la cultura de los privilegios, que afecta principalmente a la mujer.
“Si somos capaces de ir de la cultura del privilegio a la cultura de la igualdad, podremos lograr un beneficio social que incluya no sólo a las generaciones actuales, sino también a las futuras”, comentó.
mpb