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Sumergirse en las aguas azules de las islas Revillagigedo es como entrar en una máquina del tiempo que nos muestra cómo eran los océanos, en su estado más salvaje, antes de la pesca industrial, afirmó Enric Sala, director ejecutivo de National Geographic Pristine Seas.
El archipiélago alberga una diversidad marina; al bucear en sus profundidades se pueden encontrar tiburones, mantarrayas, arrecifes, ballenas jorobadas y peces de colores fluorescentes que lo hacen un lugar “único y extraordinario”. El conjunto de islas que se localiza a 390 kilómetros al suroeste de la punta sur de la península de Baja California tiene una biodiversidad única que lo hace “el lugar más salvaje de Norteamérica”.
National Geographic, a través de su programa Pristine Seas, realizó una expedición de 12 días en abril de 2016 por las islas Revillagigedo. Los resultados de esta travesía, fotos, videos y datos de la investigación fueron compartidos en exclusiva a EL UNIVERSAL.
Las imágenes recabadas durante la expedición se presentarán en el documental Revillagigedo: El México más salvaje, el cual se estrenará mañana en el Cinépolis Diana, en la Ciudad de México, y tiene como objetivo fomentar la protección de los ecosistemas marinos, además de concientizar a los gobiernos y a la sociedad de la importancia que tiene la diversidad de especies que habitan en la zona.
“Las Revillagigedo son las Galápagos de Norteamérica, el lugar con la mayor abundancia de peces tiburones y mantarrayas lo convierte en un espacio extraordinario y sin parangón. Las Revillagigedo son como una máquina del tiempo. Las islas nos permiten ver el mar en su estado más saludable, antes de que la pesca industrial destruyera los ecosistemas marinos”, dijo.
Octavio Aburto, investigador del Scripps Institution of Oceanography de la University of California San Diego (UCSD, por sus siglas en inglés), comentó que en las islas Revillagigedo hay cuatro veces más tiburones que en otros sitios, hasta el momento han identificado nueve especies diferentes, también hay una gran variedad de mantarrayas gigantes, que pueden trasladarse de una isla a otra en colonias de hasta 500 individuos.
Riqueza mundial
La cantidad de peces y su variedad de tamaños hacen que Revillagigedo pueda estar dentro de 1% de los arrecifes con mayor abundancia en todo el mundo, porque también hay poblaciones de pepino y langosta, cuyas poblaciones no han sido explotadas.
En esta expedición participaron especialistas en diferentes tipos de peces, así como de invertebrados, se utilizaron nuevas tecnologías como cámaras que soportan una presión de 3 mil metros, así como otras que las colocaban en un puerto diferente flotando, un submarino, cámaras para captar a las diferentes especies que habitan el archipiélago, así como marcas satelitales para dar seguimiento a los ejemplares.
Con el uso de estas nuevas tecnologías, indicó Araujo, pudieron observar muchas especies que podrían ser nuevas, aunque todavía falta recolectar muestras. Hasta ahora sólo se han identificado cuatro ejemplares nuevos de abanicos de mar; antes de que termine el año se lanzará una publicación con los nombres de las especies que se descubrieron.
Señaló que aunque en la travesía encontraron a Revillagigedo en un estado de conservación “bastante elevado y prístino”, detectaron redes de pesca. Explicó que hay dos tipos de barcos que pueden acercarse a la zona: los de la pesca industrial y deportiva. Pese a que sólo encontraron una red, sospechan que embarcaciones se han acercado al perímetro prohibido.
“Detectamos que hubo siete embarcaciones industriales y al analizar su ruta y actividad vemos que estuvieron dentro del polígono prohibido. Parecen pocas, pero cuando tiran sus redes atrapan a miles de peces, esos barcos han llegado a sujetar tiburones, los cuales viajan en colonias de 3 mil a 5 mil, que cazan sardinas. Una red puede atrapar hasta 2 mil tiburones”.
Tras la realización del documental, los investigadores que participaron en la expedición se reunieron con el secretario de Medio Ambiente y Recursos Naturales, Rafael Pacchiano Alamán, para proponerle ampliar la zona de protección del archipiélago Revillagigedo, el cual está compuesto por cuatro islas con imponentes acantilados, litorales y volcanes: isla Socorro, isla San Benedicto, isla Roca Partida e isla Clarión.
Patrimonio de la UNESCO
Octavio Aburto, investigador del Scripps Institution of Oceanography de la University of California San Diego (UCSD, por sus siglas en inglés), comentó que actualmente la zona de protección de las islas Revillagigedo no es suficiente, puesto que el área núcleo de la reserva que está protegida es de 6 millas a la redonda y el área de amortiguamiento son otras seis millas alrededor de las islas.
“La reserva de la biosfera tiene unas áreas que se consideran áreas núcleo y de amortiguamiento, básicamente unas donas alrededor de las islas y sin embargo son muy pequeñas para proteger muchas de las especies que viven ahí, que son altamente migratorias, por ejemplo, el tiburón. En las áreas de amortiguamiento se puede seguir casi todo, se sigue pescando, aunque hay algunas restricciones tienen poca protección”, explicó.
El 17 de julio de 2016, el archipiélago de Revillagigedo quedó inscrito en la Lista del Patrimonio Mundial Natural de la UNESCO, por contener valores excepcionales en su riqueza natural terrestre y marina, tras este reconocimiento se solicitó al gobierno mexicano aumentar el área de protección.
En aquel momento aceptó que el área núcleo, donde está prohibida la pesca, de la reserva de este archipiélago creciera 6 millas, mientras que el área de amortiguamiento se aumentó a 14 millones de hectáreas. “Esta superficie sigue siendo un área donde casi todo se puede hacer, incluyendo la pesca industrial”.
Van por un parque nacional marino
La propuesta de los investigadores que participaron en la expedición a Revillagigedo fue convertir esa zona de 14 millones de hectáreas en un parque nacional marino, en el que se prohíba cualquier tipo de actividad extractiva, donde no se pesque más.
El 7 de septiembre pasado, la Semarnat publicó en el Diario Oficial de la Federación el aviso mediante el cual se pone a disposición del público en general el estudio realizado para justificar la expedición del decreto por el que se pretende declarar como área natural protegida con el carácter de parque nacional, al archipiélago Revillagigedo.
La propuesta de decreto tendrá un periodo de consulta de 30 y 45 días en los que las diferentes dependencias de la administración pública, organizaciones, instituciones académicas, pueblos indígenas, centros de investigación, así como cualquier persona física y moral pueden opinar sobre el documento. Se estima que el decreto por el cual se declararía área natural protegida, bajo el carácter de parque nacional, a las islas Revillagigedo podría publicarse en los primeros meses de 2018.
Sin daños económicos por ampliación
Sala destacó que las reservas marinas son lugares donde la riqueza marina se recupera de manera espectacular, lo cual atrae al turismo y se crean puestos de trabajo. Refirió que el valor del turismo por las mantarrayas gigantes es de más de 5 millones al año.
Indicó que las reservas marinas “son absolutamente esenciales para el futuro de la pesca”, puesto que se da una migración de las especies como el atún fuera de la zona protegida, por lo que esta actividad no se vería perjudicada. “Las reservas marinas donde no se pesca son como una cuenta de inversión, en la que metes un capital que produce intereses que todos podemos explotar, sólo 3% del mar está protegido, 97% de los mares es como una cuenta corriente, en la que todo el mundo saca dinero, pero nadie ingresa nada”.
Alex Muñoz, director para América Latina de National Geographic Pristine Seas, aseguró que nadie va a perder su trabajo con la ampliación de la zona protegida del archipiélago. “Al proteger las Revillagigedo no solamente cuidamos un gran ecosistema, sino también vamos a permitir a las grandes especies que continúen reproduciéndose, para hacerse más abundantes fuera de los límites de la reserva, por lo tanto, esto va a ser beneficiosa para el medio ambiente y también para la economía”, dijo.
Comentó que los países tienen el privilegio de tener ecosistemas únicos como el archipiélago de Revillagigedo. “No podemos fallar en nuestra responsabilidad de protegerlos, tenemos que hacernos cargo de lo que nos corresponde porque si no le fallamos al mundo entero”. Confió en que el gobierno mexicano aumente la protección de estas islas, que representan “un ícono de los océanos del planeta”.