Este ciclo escolar, Emilio y Diego no pudieron regresar a clases .

Por falta de pago, el Colegio Liebe , localizado en San Pedro de los Pinos de la Ciudad de México , donde estudiaban los niños ha retenido sus papeles y ahora su madre no puede inscribirlos en una escuela pública , la única la opción que tiene la familia para que los niños estudien.

La retención de documentos escolares está prohibida dentro de las Normas Generales de Control Escolar que emite la Secretaría de Educación Pública (SEP).

El ciclo escolar 2017-2018 transcurrió con normalidad pero al llegar el último día de clases, el 20 de julio, la escuela le informó a Bárbara Padierna Mendoza, madre de los menores, que no le podía entregar las boletas escolares de sus hijos porque tenía un adeudo de 40 mil pesos con la institución.

"Me dijeron que la escuela está viniendo a la quiebra y que tuvieron que cambiar al director y ahora la nueva directora me dijo que el acuerdo se canceló. El último día de clases me enteré que tenía un adeudo por los dos niños. Me dijeron que no me van a entregar las boletas ni la hoja de baja de los dos niños para que puedan entrar a otro plantel, que tengo un adeudo y que tengo que pagarlo", señaló.

Las normas generales de control escolar detallan que los planteles educativos no pueden retener o negarse a expedir injustificadamente documentación académica y/o de certificación de los estudiantes , que sea necesaria para continuar su formación académica en el sistema educativo nacional o en el extranjero.

“Se entenderá injustificada la retención de documentos , aquella basada en la falta de pago de conceptos afines a la inscripción o colegiatura, y orientada a condicionar dicha entrega o expedición a que se liquide el adeudo correspondiente”, señala la norma.

De acuerdo con la Procuraduría Federal del Consumidor, en caso de que los padres dejen de pagar cuando menos tres meses de colegiatura, la escuela puede suspender el servicio educativo, pero les debe avisar a los padres con 15 días de anticipación.

La escuela tiene la obligación de entregarlos en un plazo no mayor a 15 días naturales a partir del momento en que se soliciten y sin cobrar.

De acuerdo con la Ley Federal de Protección al Consumidor, las escuelas tampoco tienen derecho de exhibir mediante listas u otras formas a los estudiantes que se encuentran en esta situación.

Bárbara, madre de Emilio y Diego Hernández Padierna, quienes tienen 9 y 7 años de edad, respectivamente, contó a EL UNIVERSAL que en 2017, después de que el padre de sus hijos abandonó el hogar familiar y le dijo que no se iba a hacer cargo de su manutención, ella se quedó sin ingresos para seguir pagando la colegiatura de cada niño de 3 mil 500 pesos mensuales.

El más grande, Emilio, vive con disfunción cerebral mínima; los niños que viven con esta condición tienen una capacidad intelectual normal pero presentan alteraciones en sus procesos cognitivos o de comportamiento como el lenguaje, la memoria, la atención o eficiencia psicomotora, entre otros.

Por esta situación, Emilio requiere atención personalizada en el entorno escolar, además de terapia para estimular sus habilidades motrices y de lenguaje, la cual quedó suspendida después de que el papá se negó a cubrir los gastos de manutención de los menores. Años antes, Bárbara había dejado su empleo para dedicarse por completo al cuidado de los niños y de la familia.

Sin empleo para cubrir las necesidades más básicas de los menores, Bárbara acudió con el entonces director de la escuela el Colegio Liebes en San Pedro de los Pinos, quien empatizó con la situación de la mujer y sus hijos y prometió que no tendrían que pagar colegiatura.

Posteriormente, la nueva dirección del colegio canceló el trato y le cobró a Bárbara los meses que no había pagado y a la fecha le ha negado la entrega de las boletas de sus hijos y otros documentos necesarios para inscribirlos en una escuela pública; el padre de los niños se ha desentendido del pago de la deuda y Bárbara, quien consiguió un empleo eventual como trabajadora de limpieza, no puede pagarla.

“Si me hubieran dicho desde un principio sería diferente, pero a la mera hora me dicen: no te los entrego y me debes tanto, pero ¿cuándo me djiste que te debía tanto? ¿en qué momento si se supone que no? Es una injusticia", consideró Bárbara.

El presidente de la Unión Nacional de Padres de Familia, Leonardo García, explicó que es común que las escuelas lleven a cabo estas prácticas para obligar a los padres a que paguen sus deudas ; regularmente los padres acuden ante la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) o la Secretaría de Educación Pública (SEP) para que intervenga en la recuperción de los documentos.

El problema es que las escuelas “boletinan” a los padres que llevan a cabo estas denuncias o reportes y después a los padres les llega a resultar difícil encontrar un colegio privado que acepte inscribir a sus hijos.

mpb

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