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A 74 días del terremoto del 19 de septiembre , Patricia Acevedo, quien permaneció atrapada bajo los escombros del edificio en Álvaro Obregón 286, entregó un reconocimiento a Diego Arcos, paramédico que participó en su rescate y quien le devolvió la esperanza de salir con vida.

Con motivo del Día Internacional del Voluntariado, la Cruz Roja Mexicana reconoció a los voluntarios de la institución por su destacada participación en el operativo humanitario durante los sismos de septiembre.

La primera voz que Patricia Acevedo escuchó entre los desechos del edificio al que había asistido a un curso de belleza fue la de Diego, paramédico de profesión de 35 años.

Saber que alguien la buscaba, afirmó, le dio ánimo: “Empecé a pegar con mi celular porque no tenía señal, escuché que un hombre decía que me sacarían, en ese momento tuve fe, confié y después de 11 horas atrapada respiré aire fresco”.

En la sede nacional de la institución, Patricia agradeció a los voluntarios que se suman para ayudar a la gente necesitada, en especial a aquellos que se enfocaron en rescatarla, entre ellos Diego. Emocionada, le colocó un pin conmemorativo al paramédico, quien dijo que le daba mucho gusto saber que la mujer que sacó de entre la tierra estuviera feliz junto a su familia.

La inspiración para que Diego se convirtiera en paramédico le llegó a los nueve años, cuando una bala perforó su cuerpo y los primeros en atenderlo fueron integrantes de la Cruz Roja. “Lo menos que puedo hacer es regresar un poco de todo lo que ellos me dieron”, explicó.

Sus dos hijos —el mayor, de 18, y la pequeña Isabela, de siete— anhelan seguir los pasos de su padre, lo que lo llena de orgullo.

“Ser voluntario se trae en la sangre y me emociona pensar que compartiremos esa alegría de salvar vidas y en algún momento iremos juntos arriba de una ambulancia”, dijo.

Fernando Suinaga, presidente de la institución, felicitó a los más de 43 mil voluntarios distribuidos a lo largo del país “porque demostraron su vocación de servicio en las labores de apoyo y atención a las víctimas”.

Agregó que desde el primer sismo, voluntarios de Chiapas y Oaxaca se desplegaron a las zonas de desastre para ofrecer su ayuda a los lesionados, mientras que otros trabajaban en los centros de acopio.

“En el segundo sismo, más de mil 200 elementos de la institución con ambulancias y unidades de rescate urbano de Hidalgo, Querétaro, Ciudad de México, Jalisco, Guanajuato y Michoacán trabajaron en el rescate y atención de personas. Nuestros médicos, enfermeras, trabajadoras sociales y en general todo el personal del Hospital de Polanco día y noche velaron por la salud y mejoramiento de sus lesiones”, destacó.

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