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Junto con el Códice Madrid (Códice Tro-Cortesiano), el Códice París (Peresiuanus) y el Códice Grolier (ahora conocido como el Códice Maya de México), el Códice de Dresde es uno de los pocos textos mayas que han sobrevivido hasta nuestros días.
Actualmente, el Códice de Dresde tiene un valor y uso histórico y artístico y es parte esencial del patrimonio cultural de la península de Yucatán .
¿Qué es el Códice de Dresde?
De acuerdo con Silvia Mónica Salgado Ruelas de la Dirección General de Estudios de Posgrado de la Escuela Nacional de Artes Plásticas de la UNAM, el Códice de Dresde o Codex Dresdensis “es un libro manuscrito y pintado por mayas de las Tierras Altas del Norte, en el área mesoamericana, durante el Postclásico temprano (c.1200-1250)”.
El Códice de Dresde recibe este nombre por la ciudad alemana de Dresde , que es donde se encuentra. Aunque su origen específico es desconocido, diversos expertos lo han identificado como maya y diversos elementos pictóricos sugieren que probablemente provenga de la península de Yucatán .
El Códice de Dresde es un libro ritual con calendarios sagrados que incluyen el panteón maya yucateco , como menciona Salgado Ruelas. Además, el códice que “es un documento representativo de la riqueza plástica de la paleta maya”, está integrado por 39 hojas de papel de amate grabadas por ambos lados que se doblan como biombo y mide aproximadamente 358 centímetros de largo.
El manuscrito presenta calendarios sagrados con fechas, acciones, cualidades y posiciones divinas con el objetivo de “regular y armonizar los ciclos celestes, terrestres (humanos), así como los del inframundo” dice Salgado Ruelas, con lo cual habría servido para la toma de decisiones.
Los especialistas señalan que el Dresdensis fue creado para usarse en actos religiosos y rituales que dotaban de poder a quienes lo usaban debido al manejo del conocimiento y a la determinación de directrices y comportamientos sociales.
¿Por qué el Códice Dresde está en Alemania?
La Fundación para el Avance de los Estudios Mesoamericanos (FAMSI) señala que Johann Christian Götze, director de la Biblioteca Real de la Corte de Dresde, obtuvo el códice en 1739 creyendo que era un libro mexicano. En 1740, el manuscrito apareció en el inventario de libros entregados a la Biblioteca y en 1744, Götze declaró que el anterior propietario del manuscrito era un particular de Viena.
La identificación del texto como un manuscrito maya y no como un libro mexicano, como se dijo cuando se obtuvo, se le adjudica a Constantine Samuel Rafinesque-Schamltz entre 1828 y 1832 con ayuda de la publicación de Antonio del Río sobre el descubrimiento de Palenque y sus inscripciones.
Salgado Ruelas cuenta que el archiducado de Austria era parte del imperio de Carlos I de España y Carlos V de Alemania, por lo tanto, los tesoros del Nuevo Mundo podrían haber pasado sin problemas al reino de los Habsburgo.
J.E. Thompson sugirió que el códice podría haber sido parte de las piezas que el emperador recibió de Hernán Cortés , mismas que fueron referidas por Pedro Mártir de Anghiera en su obra De Orbe Novo.
Actualmente, el Códice de Dresde se encuentra en la Sächsische Landesbibliothek en Dresde, Sajonia.
Copias y facsímiles del Códice de Dresde
La FAMSI señala que existen varias copias y facsímiles del Códice de Dresde .
Uno de ellos fue hecho por Agostino Aglio para Edward King, vizconde de Kingsborough alrededor de 1825. El trazado hecho en blanco y negro fue usado en The Antiquities of México , publicado en nueve volúmenes. Fue hasta el volumen III, en 1830 ó 1831, que se incluyó la versión Aglio del Dresde a color.
La primera edición científica del códice fue publicada en 1880 por el lingüista y gramático Ernst Förstermann , quien publicó ediciones fotocromolitográficas del Dresde. Con sólo 60 copias por edición, se han vuelto extremadamente raros y difíciles de conseguir.
Förstermann, quien era el bibliotecario real del Electorado de Sajonia y director de la Biblioteca del Estado de Sajonia y la Biblioteca de Dresde, dedujo los sistemas numéricos , calendáricos y astronómicos presentados en el códice, además de determinar las deidades, números y días relacionados con el calendario maya.
Además, el investigador alemán usó el Códice de Dresde para contribuir al entendimiento académico del calendario maya de cuenta larga , según señala la World Digital Library.
En 1932, William E. Gates publicó un facsímil del Dresde que es muy colorida y tiene un tipo de letra para todos los glifos . Al parecer, se produjeron 75 copias de esta edición.
Además, en 1959, Ian Graham hizo diapositivas del Códice Dresde, aunque no fueron muy divulgadas, como afirma la FAMSI.
La versión del Dresde hecha por J. Erick Thompson se basó en fotos del Föstermann y fue publicado en A Commentary on the Dresden Codex en 1972. Lo mismo fue hecho por Lips y Deckert en Berlín en 1962.
En 1975, el Akademische Druck- u. Verlagsanstalt, de Graz, Austria imprimió un facsímil de fotos a color del original que fue dañado durante la Segunda Guerra Mundial. Esta edición incluye comentarios de Helmut Deckert y Ferdinand Anders. Las páginas dañadas fueron reproducidas a partir de fotos de la versión de Förstermann en un folleto aparte.
Como el Códice Dresde sufrió daños con el paso del tiempo, sobre todo durante la Segunda Guerra Mundial, y se encontraba en pedazos, se le asignaron números a las páginas que más tarde se comprobó que eran erróneos. No obstante, el orden se conservó casi igual aunque se sabe que el orden correcto era probablemente 1-24, 46-74 y 25-45, de acuerdo con la FAMSI.
mp/lae